-Cede la autoridad ante la presión de la delincuencia y liberan a Ovidio Guzmán López
Culiacán, Sinaloa, 17 de octubre 2019, Las principales avenidas de Culiacán, Sinaloa, se convirtieron en una zona de
guerra, pues al filo de las 16 horas, aproximadamente, se registraron enfrentamientos entre delincuentes y elementos del ejército mexicano.
En videos que circularon en redes sociales se podía observar a ciudadanos de todas las edades correr por las calles buscando un lugar en donde refugiarse de las balas. De acuerdo con los primeros informes, el tiroteo comenzó en la zona de Tres Ríos. Ahí, hombres armados bloquearon los cruces y provocaron que los conductores que estaban en la zona abandonaran sus vehículos; las calles principales fueron cerradas, entre ellas Álvaro Obregón, a la altura del centro de la ciudad.
En diferentes partes de Culiacán se podían observar columnas de humo, pues varios vehículos fueron quemados por criminales para así bloquear las vialidades. Las detonaciones también se registraron en casetas carreteras, donde fueron colocados camiones doble remolque y tráilers, incendiando vehículos que explotaron al sobrecalentarse el combustible contenido en los tanques.
El responsable del Gabinete de Seguridad, el secretario de seguridad, Alfonso Durazo, informo en conferencia de prensa nacional que los tiroteos y las agresiones se generaron debido a la detención del hijo del "Chapo” Guzmán, Ovidio Guzmán López, tras un enfrentamiento al ir circulando un convoy de 30 soldados, fueron agredidos desde una casa de seguridad donde se resguardaban los agresores, que al repeler la agresión e ingresar al domicilio, el hijo del “chapo” intento huir en una camioneta blindada, pero lograron detenerlo. Por ello los delincuentes intentaron intimidar a la población culiacanense y de está manera obligar a la autoridad a dejar en libertad a Guzmán López, versiones no confirmadas oficialmente, pero que la Agencia de Noticias Router informó que habría sido liberado Guzmán López para evitar más daños a la sociedad, con lo que la autoridad mexicana quedaría en un papel de incapaz para hacer cumplir su obligación de brindar seguridad y hacer cumplir el estado de derecho.