Legisladores de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y del Revolucionario Institucional (PRI) exigieron
al Gobierno de México una posición firme de rechazo a la advertencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de considerar a los grupos criminales mexicanos como terroristas.
La coordinadora de la bancada perredista, Verónica Juárez Piña, y el diputado priista por Coahuila, Rubén Moreira, destacaron que si el gobierno de Estados Unidos interviene para frenar las acciones violentas de los cárteles criminales en territorio mexicano “sería una violación a nuestra soberanía nacional”.
En entrevista por separado, la perredista señaló que “la comunicación entre el gobierno de México y el de Estados Unidos es siempre importante y sustancial, pero es indispensable que el gobierno mexicano pueda fijar una postura muy firme en ese sentido”.
Explicó que la actual administración debe mostrar firmeza “para no permitir la intromisión en esos que, finalmente, son asuntos que todos sabemos que son considerados de seguridad nacional, por tanto, se tiene que evitar una violación a nuestra soberanía”.
Agregó que, como nación soberana e independiente, “debemos mandar un mensaje en ese sentido, de que lo que está tratando de hacer el presidente Donald Trump, como siempre, es utilizar para sus objetivos electorales, los problemas de México, como una moneda de cambio, eso es con lo que no estamos de acuerdo”.
A su vez, el diputado federal del PRI, Rubén Moreira Valdez, aceptó que “los narcotraficantes son terroristas, en muchas de sus acciones generan eso, terror a toda la comunidad, y para lograr su cometido de infringir la ley, meten miedo a la comunidad, eso es indudable”.
Sin embargo, consideró que lo inaceptable es “que se trate de interferir en nuestro país violando nuestra soberanía y la petición que haría al gobierno federal es que asuma una doble responsabilidad, la de combatir al crimen, y para eso tiene la fuerza del Estado, y la de reclamar y rechazar este tipo de afirmaciones”.
El legislador coahuilense advirtió que “el problema de la declaratoria unilateral que podría hacer el gobierno estadunidense, para considerar a los grupos delictivos como terroristas, es que según las leyes de aquel país tienen implicaciones en nuestro territorio, y en el territorio de los países que viven el fenómeno del terrorismo”.