El dictamen emitido la víspera por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), que obliga a una suspensión inmediata de las operaciones de Notimex, en
huelga desde el 21 de febrero, constituye un severo golpe a la gestión de casi 14 meses de Sanjuana Martínez como titular de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano y pone un alto a una larga carrera de atropellos, vejámenes e ilegalidad en perjuicio grave y violento de cientos de trabajadores de ese órgano periodístico de naturaleza pública.
Es probable que en las próximas horas, Martínez se vea precisada a renunciar a su cargo o esperar una eventual destitución como directora de Notimex al quedar por la vía de los hechos anulada como interlocutora válida del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex (Sutnotimex), que se anota así una victoria para reivindicar los derechos de sus agremiados.
El dictamen de la JFCA advierte a Martínez su obligación de acatar la huelga “legal y legítima” del Sutnotimex y que la funcionaria trató de burlar mediante el traslado de las operaciones de la Agencia a un nuevo local físico en condiciones deplorables y sin que importara la seguridad misma de los trabajadores.
La JFCA notificará el resolutivo a la Junta de Gobierno de Notimex, que es el órgano máximo de operación de la Agencia (conforme al artículo 12 de la Ley de Notimex), para que acate el fallo e informe a la autoridad laboral sobre su cumplimiento, “a la brevedad posible”.
Se apercibe en el mismo documento enviado a Notimex y a Sutnotimex que de no suspender los trabajos y respetar el derecho de huelga, atendiendo a las consecuencias legales y afectación a los derechos de la sociedad, que implicaría incumplir con dicha suspensión se hará acreedor a una multa de hasta por el importe de 5000 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA) en términos de lo dispuesto por los artículos 731 992 de la Ley Federal del Trabajo (LFT).
El fallo es inatacable, ya no procede el amparo, por lo cual deberá ser acatado en forma inmediata por Martínez, quien ha sido acusada de incumplir el laudo que reconoció como legal y legítima la huelga.
El cierre de operaciones de Notimex impedirá la incorporación de ninguna nota al portal de noticias, tampoco a sus canales de redes sociales, y cancelará las coberturas periodísticas de los reporteros de Notimex, y el cierre de todas sus oficinas.
Las medidas incluirán el cierre de la bodega-oficina que operó Martínez en la calle de África #8, colonia Concepción, alcaldía de Coyoacán, en un intento por eludir la huelga del Sutnotimex.
La orden de la JFCA pone un alto en la historia de poco más de medio siglo en el acontecer noticioso de México y el mundo de Notimex, que entró en una rápida espiral de ilegalidades, atropellos y vejámenes de todo tipo bajo la conducción de Martínez.
Con una saña inusual en contra de numerosos profesionales que durante años hicieron posible la operación de Notimex, Martínez dio al traste en poco tiempo desde su llegada, en marzo de 2019, con la tarea de este importante escaparate de medios, construido con mucho esfuerzo y fondos del erario público mexicano.
En 2007, por ejemplo, se establecieron las bases jurídicas para que Notimex pudiera convertirse en una auténtica agencia de noticias del Estado mexicano y dejara en el pasado su perfil de agencia de gobierno. Esto no ocurrió bajo la gestión de Martínez.
Con excepción de la experiencia de Excélsior en sus mejores tiempos, Notimex construyó una importante red de corresponsales en el extranjero, que fue totalmente desmantelada, en una acción que podrían derivar en costos económicos y patrimoniales demasiado elevados para esta Agencia, sostenida casi totalmente con fondos públicos.
La gestión de Martínez estuvo marcada por la soberbia, el sometimiento de los trabajadores y los despidos de más de 200 empleados, en acciones perpetradas al margen de la ley y bajo la presión, la intimidación y el acoso a cargo de los miembros de su equipo más cercano de colaboradores, varios de ellos sin las calificaciones ni la experiencia profesional requerida en una agencia noticiosa.
Al menos una decena de renuncias de personal directivo invitado originalmente por Martínez marcaron esta accidentada gestión.
Fueron los casos por ejemplo de Rosario Manzanos, Manuel Ortiz Escámez e Irma Gallo, directores Editorial, del área Internacional y de Producción, respectivamente, entre otros, que ante los desmanes de Martínez prefirieron renunciar a cargos directivos en la Agencia.
Martínez desatendió o desdeñó incluso diversos intentos de diálogo directo planteados por personal sindicalizado y en su lugar se resguardó en su despacho para “ponerse a salvo” quizá de algún tipo de contagio imaginado de quienes tenían el estigma de trabajar en la Agencia antes que Martínez.
Otros intentos de diálogo, avenimiento o solución del conflicto incubado en la Notimex de hoy encontraron oídos sordos por autoridades como el Director de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC), Rodolfo González Valderrama.
Durante la gestión de Martínez fueron constantes los despidos a granel, los abusos contra el personal de base, violaciones flagrantes e ilegales claro al Contrato Colectivo de Trabajo, liquidaciones incompletas o inexistentes, acoso, humillaciones y atropellos. Esto fue el prometido cambio en Notimex, que hoy topó con el dictamen de la JFCA y que podría marcar el fin del peor periodo en la historia de la Agencia e incluso su liquidación.