El presidente López Obrador, un populista de izquierda, que se presenta a los medios de comunicación todos los días a las 7 de la mañana, trasladó su conferencia de prensa del lunes a un hangar en el aeropuerto internacional de Ciudad de México.
Ciudad de México, 27 de julio 2020, - A medida que México se hunde en la recesión más grande de su historia y en ante un creciente brote de covid-19, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, comenzó la semana cambiando el tema a los excesos mimados de sus rivales, mostrando, una vez más, el avión presidencial, (que se niega a usar y está intentando vender) como un lujo y exceso que ni Obama tenía.
El presidente López Obrador, un populista de izquierda que se presenta a los medios de comunicación todos los días a las 7 de la mañana, trasladó su conferencia de prensa del lunes a un hangar en el aeropuerto internacional de Ciudad de México, donde los reporteros fueron llevados para subirse al Boeing 787 Dreamliner, en donde presentó el mandatario como un derroche el que la aeronave cuente con cama "extragrande" y sala de conferencias.
El avión presidencial fue traído la semana pasada de California, donde había estado estacionado por más de un año, generando gastos de más de 7 millones de dólares por su resguardo y mantenimiento.
El presidente ha convertido el avión en el símbolo de Gobiernos y opositores pasados, a quienes retrata como delincuentes amantes del golf y educados en el extranjero que usan su poder para enriquecer a sus compinches y desviar fondos públicos.
“Hay quienes quieren volver a esta forma de gobierno”, dijo. “Nos hemos comprometido a transformar a México. Los lujos del gobierno han terminado. El presupuesto es dinero del pueblo y será utilizado por los más necesitados”.
Ese es un desafío que el coronavirus ha hecho mucho más difícil de cumplir. Datos de la semana pasada mostraron que la economía tuvo su mayor contracción registrada en mayo, y los economistas esperan que la segunda economía más grande de América Latina se contraiga este año lo máximo desde la Gran Depresión. Mientras tanto, México está cerca de superar al Reino Unido como la tercera mayor cantidad de muertes en el mundo por el coronavirus. Funcionarios de salud dijeron durante el fin de semana que puede haber decenas de miles de muertes más por el virus que las que se han informado hasta ahora.
En su conferencia de prensa mañanera, el presidente limitó las preguntas exclusivamente al avión y no permitir cuestionamientos de otros temas, a pesar de la relevancia de la tragedia en el estado de Nuevo León y las muertes causadas por falta de atención o medicamentos en el sistema de salud mexicano.
López Obrador ha visto disminuir su popularidad por su manejo del virus y la falta de apoyo para las grandes empresas, así como a los millones de trabajadores que han perdido sus empleos. El regreso del avión le permite revivir su campaña anticorrupción antes de las elecciones de mitad de período del próximo año, asegura Luis Estrada, director de la consultora política SPIN-TPC.
“Necesita tratar de volver a su tema de corrupción, y el avión presidencial es una prueba clara de esa corrupción”, dice Estrada. “Es una apuesta muy arriesgada porque no ha cumplido en ningún otro lado. Están desesperados por mostrar resultados, pero llegarán a las elecciones con la economía en su peor nivel”.
Las autoridades informaron que hay dos ofertas por el avión, una de las cuales incluye un depósito de US$1 millón de dólares. AMLO, como se conoce al presidente, dijo que esperaba anunciar un comprador en los próximos días.
La semana pasada, dijo que una de las ofertas era por US$120 millones de dólares. Sin embargo en el pasado, rechazó una oferta por US$125 millones de dólares, ya que según sus datos, era menor a un avalúo gubernamental del avión por US$130 millones de dólares. Ahora pretende venderlo en una menor cantidad, con un pago de un 50% en especie y el 50 por ciento restante en efectivo, según afirmó el mandatario.
El avión ha sido uno de los accesorios políticos favoritos del presidente para ilustrar una “transformación” de la política mexicana que se ha comprometido a llevar a cabo. Pero el simbolismo se volvió un poco turbio después de que los compradores no aparecieran.
A principios de 2019, cuando los titulares se centraban en cómo su primer año de gobierno había terminado en una recesión con crecimiento de menos uno por ciento y un récord de homicidios superior a los sucedidos en los 20 últimos años, por lo que se le ocurrió otra idea relacionada con el avión: rifarlo entre los ciudadanos por boletos que cuestan 500 pesos el boleto, de una serie de 20 cachitos. sin embargo, el sorteo de la Lotería Nacional, no es del "avión presidencial” sino, de un monto de 2 mil millones de pesos repartidos en cien premio de 20 millones de pesos por cada serie, por lo que el sorteo es una simulación de la rifa del avión ya que te no se rifará, ya que será vendido.
Eso llevó a una serie de bocetos y parodias sobre lo que el ganador podría hacer con el avión, como convertirlo en un enorme camión de tacos. Cuando quedó claro que el avión podría convertirse en una carga (¿dónde estacionarlo?), el presidente dijo que la rifa tendría pagos en efectivo. Eso tampoco ha ido tan bien. Solo el 25% de los boletos para el sorteo se han vendido, dijeron funcionarios el lunes. El presidente ha designado las ganancias de la rifa para equipos médicos. pero no se precisó cuantos números ni cuantas series tendrá el sorteo.
El enfoque de López Obrador en el avión sigue a una serie de otros casos de corrupción. Este mes, un exdirector ejecutivo de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos fue extraditado desde España para enfrentar cargos de corrupción. AMLO dijo que su testimonio implicó a los legisladores al aceptar sobornos para aprobar una reforma que abrió el sector energético estatal a la inversión privada. Un exgobernador del partido gobernante también se enfrenta a la extradición desde Estados Unidos por acusaciones de canalizar millones a su partido.
A los mexicanos les esperan meses de titulares sobre los juicios que ayudarán a la campaña anticorrupción del presidente, asegura Javier Martín, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en Ciudad de México.
“Este es un intento deliberado de cambiar la conversación” de los temas del brote, la economía y la violencia, dijo Martin sobre el recorrido por el avión. “Parece que esta es una Administración que apuesta más por los símbolos que por los resultados concretos”.