En el país existen 43 millones 900 mil viviendas particulares, de las cuales, 6.1 millones están deshabitadas, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi.
Las viviendas deshabitadas se incrementaron 2.4% respecto al 2010, cuando había sólo 4.9 millones de viviendas en esta situación.
Durante la presentación de los resultados del Censo de Población y Vivienda 2020 ante la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda, el presidente del Inegi, Julio Santaella, detalló que además hay otras 2 millones 500 mil viviendas de uso temporal u ocupación esporádica; es decir, casas que se usan solo en el transcurso de la semana o los fines de semana, o pocos días al año.
Las viviendas de uso temporal se incrementaron sólo en 500 mil unidades en 10 años.
Los estados con mayor porcentaje de viviendas deshabitadas son Morelos, Hidalgo, Guerrero, Oaxaca, Zacatecas y Michoacán, mientras que los estados con menos porcentaje de viviendas deshabitadas son la Ciudad de México, Baja California, Estado de México, Coahuila y Aguascalientes.
Santaella explicó que esto obedece a flujos migratorios internos donde algunas entidades son "receptoras de habitantes" como Baja California, Nuevo León, Quintana Roo y en menor medida, Aguascalientes y Coahuila, mientras que otras son "expulsoras de habitantes" como Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
El número de viviendas deshabitadas reportado por el Inegi es mucho mayor a las 600 mil que reporta el Infonavit como viviendas abandonadas, pues se trata de casas o departamentos que se construyeron o adquirieron mediante otro tipo de financiamiento.
El Inegi también encontró que 53% de las viviendas están construidas sobre cemento firme y sólo 3.5% tiene piso de tierra. En Guerrero, Oaxaca y Chiapas el 11% de las viviendas tiene piso de tierra, un porcentaje muy por arriba del promedio nacional.
El Inegi encontró que 99% de las viviendas en el país tiene electricidad e incluso en las pequeñas localidades de menos de dos mil 500 habitantes, 97% de las viviendas cuentan con el servicio.
Santaella destacó que el número de hogares unipersonales pasó de 8.8% en 2010 a 12.4% en 2010.
El incremento de viviendas unipersonales también ocasionó que disminuyera el número de ocupantes por cada vivienda pasando de 4.4 en 2010 a 3.6 en 2020.
El presidente del Inegi agregó que hace falta mejorar los servicios públicos para las viviendas a raíz de la pandemia, pues el teletrabajo y la educación en casa demandan que las viviendas sean más flexibles para adaptarse a las necesidades de conectividad y equipamiento.