CDMX, 6 de septiembre 2021,-- El presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, declaró este lunes que los grandes
problemas del país, entre ellos la pobreza y la corrupción, no se resolverán con la reforma electoral que impulsa el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Córdova señaló que esos problemas, que afectan todos los ámbitos de la convivencia social, incluidas las elecciones, "están en la pobreza que sigue aumentando, en la desigualdad, la corrupción, la violencia y en la inseguridad, pero eso no lo vamos a resolver con una reforma electoral".
Durante su participación en un foro de economía y negocios en Ciudad de México, Córdova le dio la bienvenida a la posible reforma electoral, aunque remarcó que "no es necesaria ni oportuna".
"Si nos vamos a gastar los cartuchos políticos para hacer la enésima reforma electoral (..) que hoy no es necesaria ni oportuna, mejor enfoquemos los esfuerzos para resolver esos problemas que son estructurales y que siguen siendo ominosos", señaló.
En las últimas semanas, el presidente López Obrador ha dicho en varias ocasiones que enviará una reforma para renovar al INE y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), organismos autónomos a los que ha cuestionado duramente.
Este lunes, Córdova, quien ha debatido los señalamientos del mandatario mexicano, dijo que en el contexto actual "sería inconveniente intentar cambiar las reglas" del juego electoral porque hasta ahora han sido útiles.
"Cuando la polarización prevalece, cuando la reforma electoral se hace más con el estómago que con la cabeza, más vale no meter las manos a las reglas del juego electoral, sobre todo cuando han servido", expuso.
Dijo que tal vez "va siendo hora de que la clase política empiece a ver verdaderamente y a ocuparse de resolver los grandes problemas estructurales".
Por otra parte, el titular del INE señaló que, según las últimas encuestas de valoración, la sociedad "sigue colocando a las autoridades electorales como una de las instituciones que más confianza tienen del Estado mexicano".
Las acusaciones de López Obrador contra ambas instituciones electorales han aumentado desde las pasadas elecciones intermedias del 6 de junio, cuando su partido y aliados ganaron el poder en la mitad de las 32 gubernaturas, pero perdieron la mayoría calificada de dos tercios del Congreso.