México, 14 de julio de 2022.- Bajo las actuales condiciones que se viven en México, se corre el riesgo de que el crimen organizado, y no la
democracia, sea quien imponga al próximo presidente de México, lo que significa un desafío sin comparación en la historia de nuestro país.
La periodista Beatriz Pagés, directora editorial de la revista Siempre, dijo que la intermediación del crimen organizado fue definitiva para que MORENA ganara la mayoría de los estados en disputa en elecciones estatales, lo que significa que puede ser decisivo en las próximas elecciones presidenciales.
En conferencia virtual convocada por el Consejo Empresarial Mexicano titulada “Los Retos de las Organizaciones Ciudadanas y Empresariales ante el México Actual”, afirmó que se vive un escenario de emergencia para la democracia mexicana, en el cual están en riesgo no solo la alternancia en el gobierno sino las libertades individuales y el estado de derecho.
Advirtió que el proyecto de López Obrador no es para gobernar, sido para mantener en el poder, con decisiones que representan “ladrillos” para construir un régimen totalitario que hoy no se observa, pero que puede radicalizarse después de las elecciones del 2024.
“El presidente es un hombre pragmático y no le gustan los perdedores, por lo que buscará entre sus llamadas corcholatas a quien tengan menos problemas para ganar y que le garantice lealtad absoluta, continuidad y le facilite la instauración de un Maximato para seguir moviendo hilos del país”.
Explicó que la marca MORENA representa el 40% de los votos de ese partido, el presidente significa entre el 50 y el 60%, por lo que el próximo candidato de ese partido solamente representará alrededor de un 5% de la simpatía de sus votantes.
Llamó a que la sociedad esté atenta a que el gobierno no pretenda violar la ley en el caso de que los resultados de las elecciones no les favorezcan e incluso al actuar del ejército mexicano, mismo que debería estar del lado de la sociedad y no es un presidente, gobierno o proyecto político.
La también analista política aseguró que ante esta situación resulta fundamental que la sociedad civil tome decisiones excepcionales, y que la oposición consolide la construcción de una estrategia inédita que unifique a partidos anteriormente rivales en donde el proceso para elegir al candidatado sea totalmente democrático y cuya elección debería salir de una votación primaria.
“México debe dar la cara al al futuro con base en un debate nacional, con la necesidad de construir nuevas intuiciones, por lo que el país no necesita de un gran líder sino de un sistema y hay que construirlo”.
Si la oposición llega a ganar en el 2024 tendrá, dijo, dos grandes desafíos, el primero reconstruir un país en ruinas y el segundo reconciliar a una nación dividida,
Pagés se dijo partidaria de ciudadanizar la política mexicana y buscar liderazgos en la sociedad civil que gocen de capacidad, prestigio y aceptación nacional, ante lo cual es necesario mucho dialogo para convencer, combatir el abstencionismo y ser más incluyentes, ya que los partidos políticos mantienen una enorme resistencia a la participación ciudadana en política.
Hizo una llamado a que los partidos hagan las modificaciones internas necesarias para propiciar la democratización, como paso fundamental para recuperar la confianza perdida por muchos años y que les permita en el caso de la oposición definir a un candidato “no acartonado de la vieja historia, por lo que es necesario que piensen fuera de la caja, ser disruptivos e innovadores”.
Asimismo comentó que México requiere a un empresariado “más echado para adelante, más valiente” ante los problemas del país, ya que si bien su primera obligación son sus negocios e inversiones, pueden tener una considerable participación ciudadana junto con sus empresas y sus trabajadores en los principales problemas del país.
Finalmente Juan Carlos Pérez Góngora, presidente del Consejo Empresarial Mexicano, coincidió con Beatriz Pagés en el sentido de que la batalla electoral por el Congreso mexicano será fundamental, lo que significaría un contrapeso ante un régimen que busca tener todas las condiciones a su favor para ejercer control y totalitarismo.