Todo lo que no se dice en México sobre este problema
México, 23 de julio 2023—La participación de adolescentes en el narcomenudeo sigue siendo una realidad. En los primeros tres años del actual gobierno, 15 mil 20 adolescentes fueron imputados por el delito de narcomenudeo, mientras que 75 mil 919 fueron sancionados por cometer delitos del fuero común, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El organismo destaca que en 2021, la principal droga por la que se imputó a los adolescentes fue la marihuana, seguido por la posesión y comercio de metanfetaminas. En su reporte Adolescentes imputados por delitos de narcomenudeo, el Inegi destaca que Guanajuato, Estado de México, Nuevo León, Chihuahua y Coahuila concentraron 73% de las personas adolescentes imputadas por presuntos delitos de narcomenudeo, en tanto que Baja California Sur e Hidalgo y la fiscalía de Nayarit no reportaron haber imputado adolescentes por dicho delito en 2021.
Destaca que durante ese año, las procuradurías y fiscalías de justicia del país imputaron a 3 mil 260 adolescentes por presuntos delitos de narcomenudeo, lo que representó 14.4% del total de personas adolescentes responsabilizadas por delitos del fuero común. Precisa que los adolescentes imputados cometieron, presuntamente, 3 mil 285 delitos relacionados con drogas, que fue el tercer delito del fuero común por el que más se culpó a personas de este grupo poblacional, después de robo y lesiones.
Señala que 2021 cerró con mil 233 adolescentes privados de la libertad por la comisión de un ilícito. De esta cifra, 16.9% (208) fue por narcomenudeo, que representó un aumento de 47.5% con respecto a 2015.
"De las mil 233 personas adolescentes internadas en los centros especializados de tratamiento o internamiento, 80% recibió tratamiento voluntario de desintoxicación y/o de adicciones a sustancias sicoactivas durante 2021", refiere el informe.
La directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Tania Ramírez, comenta que niñas, niños y adolescentes continúan siendo utilizados y reclutados por el crimen organizado.
"Desde Redim hemos venido denunciando e intentando que pueda haber avances en su tipificación. Ojalá pronto podamos conocer los datos complementarios a las cifras que dio a conocer el Inegi. Es decir, no cuántas ni cuántos adolescentes son imputados por narcomenudeo, sino cuántas personas adultas que los están utilizando y reclutando son llevados frente a la autoridad por estas prácticas que constituyen un delito dentro de la ley de trata. Este ilícito y el reclutamiento deberían de ser reconocidos como un tipo penal en sí mismo", dice.
Asegura que el involucramiento de adolescentes en el narcomenudeo, es una realidad nacional. "Hay estados en los que puede haber mayor o menor conflictividad, pero no hay estado que no enfrente esta problemática", refiere. Explica que "existen situaciones estructurales, circunstancias sistémicas a los contextos de vida de las infancias y adolescencias que los dejan en mayor riesgo y a ser más vulnerables para ser utilizados por los diversos grupos delincuenciales o del crimen organizado".
Destaca que niñas, niños y adolescentes, "incluso cuando pueden estar en conflicto con la ley penal, cuando estamos hablando de su utilización y su reclutamiento, deben de ser ubicados y tratados primeramente como víctimas.
"Lo que hemos estado rescatando es que los niños, niñas y adolescentes que llegan a tener este tipo de circunstancias de vida lo hacen por provenir de contextos de extrema violencia, de violencia naturalizada en sus hogares, pero también en sus entornos comunitarios, en sus pueblos, es decir, hay que entender esto y encuadrarlo también en la violencia que se enfrenta en la mayoría del territorio nacional", expone. Tania Ramírez asegura que la participación de personas menores de edad en el narcomenudeo o en cualquier otro delito tiene que ver con la exclusión.
"Sabemos que la adhesión a este tipo de actividades está profundamente ligada con la falta de oportunidades de desarrollo, crecimiento, movilidad social y con la permanencia en el sistema educativo", indica. Consultado por separado, el coordinador regional de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, Juan Martín Pérez García, dice que cuando se hable de narcomenudeo o de cualquier otro delito contra la salud cometido por personas menores de edad, debe ubicarse como un hecho de reclutamiento.
"Primero, porque el acceso a las sustancias tóxicas no es como ir a cualquier comercio, tiene que haber alguien que esté distribuyendo. Entonces, un adolescente al que se le vincula con un delito de alto impacto, siempre será porque hay personas adultas detrás de él, que están cometiendo el crimen de reclutamiento", detalla.
Externa que a pesar de que en algunos casos las autoridades cuentan con la información, poco se hace para tomar acciones preventivas, como tratar de mantener a las niñas, niños y adolescentes en las escuelas, crear redes de apoyo a través de actividades recreativas y fomentar el deporte en ese sector de la población.