Respalda CJNG a Los Chapitos en Sinaloa

México, 3 de julio de 2025 ::: La guerra interna en el Cártel de Sinaloa ha reconfigurado alianzas entre grupos

criminales y expuesto fracturas profundas en una de las organizaciones más poderosas del continente. En medio del conflicto entre la facción de Los Chapitos y La Mayiza, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha comenzado a brindar apoyo limitado, pero estratégico, a los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

 El enfrentamiento armado, que se recrudeció en junio —mes catalogado como el más violento del año en el estado—, ha provocado más de 1,200 muertos y cerca de 1,400 personas desaparecidas, según cifras extraoficiales. La disputa interna por el control de rutas, plazas y laboratorios ha obligado a Los Chapitos a buscar alianzas externas para no perder capacidad operativa.
Apoyo dosificado y táctico
De acuerdo con el especialista en seguridad David Saucedo, en entrevista con Adela Micha para Me lo dijo Adela, el CJNG ha comenzado a proporcionar respaldo parcial a Los Chapitos, principalmente mediante el envío de células armadas y recursos operativos.

Sin embargo, aclaró que el apoyo no proviene de toda la estructura del cártel de Jalisco, sino de una sola de sus cinco comandancias: la encabezada por Audias Flores Silva, mejor conocido bajo el alias de “El Jardinero”.
“Me parce que El Mencho está administrando esta relación. Él es el principal beneficiado con una erosión mutua de Los Chapitos y el grupo afín al Mayo Zambada [...] Lo que vemos es un apoyo a cuentagotas, si hay una alianza como tal, pero eso no significa que el Cártel Jalisco se haya volcado para respaldar con todo a Los Chapitos”, afirmó Saucedo.
El especialista recordó que el CJNG mantiene conflictos abiertos en otros estados del país, lo que limita su capacidad de respaldo. Entre ellos mencionó su pelea con el Cártel Nueva Plaza en Jalisco; Cártel Santa Rosa de Lima en Guanajuato; La Barredora en Tabasco; Cárteles Unidos en Michoacán; el propio Cártel de Sinaloa en Chiapas; y con otras células en Ciudad de México, Guerrero y Oaxaca.
De igual forma, explicó que el refuerzo a Los Chapitos responde a una lógica táctica: desgastar a ambas facciones de Sinaloa para consolidar influencia territorial.
Un nuevo equilibrio criminal

El especialista advirtió que esta guerra civil al interior del cártel —impulsada por la entrega involuntaria de El Mayo Zambada y la entrega voluntaria de Joaquín Guzmán López— está fragmentando a la organización y obligando a replantear el equilibrio del narcotráfico en México. “Sinaloa continúa haciendo crecer su espiral de violencia”, alertó.
Explicó que la confederación de grupos bajo la marca “Cártel de Sinaloa” ha dejado de funcionar como un bloque cohesionado, lo que abre paso a la descomposición y eventual aparición de nuevas organizaciones criminales, como ocurrió con los Zetas o la Familia Michoacana.
Además, afirmó que el incremento de los decomisos en ambos lados de la frontera no necesariamente refleja mayor eficacia de las autoridades, sino un aumento de los embarques por parte de los cárteles, que necesitan más recursos para financiar la guerra. “Las guerras de cárteles son costosas: necesitan comprar armas, sobornar autoridades y pagar lealtades”, explicó.
Cómo nació la alianza

De acuerdo con el periodista Óscar Balderas, la llegada del operador Audias Flores Silva como jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán y Jesús Alfredo Guzmán Salazar terminó de confirmar la existencia de un pacto entre ambas organizaciones.
El acuerdo de cooperación entre ambas organizaciones criminales habría sido sellado tras la muerte de seis de los principales jefes de seguridad de Los Chapitos, entre ellos Néstor Isidro Pérez Salas (“El Nini”) y Jorge Humberto Figueroa Benítez (“La Perris”).
Según la información revelada por dicho periodista, El Jardinero —uno de los operadores más letales del CJNG— asumió la protección de los Guzmán Salazar y facilitó un acuerdo de intercambio: Los Chapitos compartieron rutas de tráfico de drogas, armas y migrantes a cambio de respaldo armado, refugios y reorganización de su estructura táctica.
El asesinato del hermano de El Jardinero en Mazatlán, presuntamente a manos de sicarios de El Mayito Flaco, habría influido para cerrar el pacto como una vendetta personal. En la negociación también participó Abdiel Guzmán Araujo, hijo de Aureliano Guzmán Loera, conocido como “El Guano”.

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