De acuerdo con analistas políticos una confrontación pública en las filas del Partido Acción Nacional (PAN), podría complicar los esfuerzos del presidente Enrique Peña Nieto por lograr el suficiente apoyo para sus cruciales reformas económicas.
El mandatario, cuyo partido no tiene mayoría en el Congreso bicameral, necesita el respaldo del partido para hacer avanzar este año en el Congreso su agenda de reformas, como una fiscal dirigida a elevar la recaudación tributaria y otra energética para aumentar la producción petrolera.
Pero el PAN está dividido sobre las posturas respecto al Gobierno y las diferencias se publicaron cuando el líder del partido, Gustavo Madero, ordenó intempestivamente la remoción del jefe de sus senadores, Ernesto Cordero, después de acusarlo de no contribuir a la unidad de la agrupación política.
La corriente "calderonista" a la que pertenece Cordero, ligada al ex presidente Felipe Calderón, ha criticado a Madero por estar demasiado cerca del PRI en la elaboración de las reformas.
El llamado "Pacto por México" firmado en diciembre pasado para promover las reformas incluye al PRI, el PAN y también al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
"El PAN no puede ser un satélite del PRI", dijo Cordero en una conferencia de prensa.
Cordero, un ex secretario de Hacienda en el Gobierno de Calderón, había dicho antes en una entrevista a los medios de comunicación que su relevo fue una medida autoritaria de Madero, quien defendió su decisión.
""Hay que tener a alguien con plena confianza que pueda representar la voz del partido", añadió.
SEGUNDO TRASPIÈ PARA EL PACTO
Las divergencias entre los políticos del PAN habían quedado al descubierto la semana pasada cuando diputados apoyados por Madero presentaron un proyecto de reforma electoral y dos días después Cordero y senadores del PRD dijeron que presentarían su propia iniciativa sobre el tema.
Ambiciosas reformas surgidas del Pacto por México han avanzado hasta ahora en el Congreso, como una de telecomunicaciones para ampliar la competencia en el sector, pero con algunos reparos de la corriente de los calderonistas en el Senado.
Otra queja de quienes apoyan a Cordero, entre ellos la mayoría de los senadores panistas, es que Madero había ofrecido conversar el martes con ellos acerca del futuro de la coordinación parlamentaria, pero sorpresivamente decidió el domingo la destitución.
Para el analista de IDEAglobal Enrique Álvarez, la fractura en el PAN es una mala noticia para el avance de las reformas.
"Mientras existan más resquebrajamientos de la unidad política, más diversidad de posibles confrontaciones, eso podría influenciar de manera negativa el consenso y el enfoque que hay de momento para reformas", abundó Álvarez.
Mientras tanto, Pedro Tuesta, economista de 4Cast, dijo que las diferencias ponen bajo presión al Pacto por México, que recientemente quedó en suspenso por varios días debido a un escándalo por el presunto uso de recursos públicos para la compra de votos que denunció el PAN.
El pacto se reanudó luego de que Peña y los jefes de los tres principales partidos políticos, entre ellos Madero, firmaron una serie de compromisos a fin de garantizar la limpieza de las elecciones locales que se llevarán a cabo en 14 estados el 7 de julio.