Es necesario de reconocer y normar el funcionamiento particular de los Espacios Culturales Independientes Alternativos, como sitios públicos y democráticos, donde se crean y difunden producciones artísticas y culturales.
El diputado del PRD, presidente de la Comisión de Administración Pública de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Alejandro Piña Medina, dijo lo anterior a los radio escucha del programa de radio “VOCES AL AIRE”, que se trasmite por el 760.
Explicó que con la adición al artículo 27 y la reforma el artículo 68, ambos de la Ley de Establecimientos Mercantiles del Distrito Federal (LEMDF), así como la adición a la fracción XXIII, recorriéndose la subsecuente del artículo 20 de la Ley de Fomento Cultural del Distrito Federal (LFCDF), se puede considerar estos sitios como establecimientos de impacto zonal que generan aportaciones a la cultura y al ámbito artístico, con la certificación correspondiente de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal (SCDF).
Esta proposición se motiva en que, actualmente y debido a un vacío legal, dichos lugares deben cumplir con los mismos requisitos que un bar o un centro de espectáculos para operar, aunque sus funciones, actividades y públicos sean radicalmente distintos.
De igual manera, la falta de permisos para la distribución de materiales de difusión de las actividades culturales y artísticas desarrolladas al interior, representa un problema, pues en el Distrito Federal no existen sitios para tal efecto.
Explico al director del diario nacional “EL PUNTO CRITICO”, y quien dirige el programa de radio “VOCES AL AIRE”, que dirige Eduardo Ramos Fusther, que es importante regular estos espacios que surgen en el seno de la comunidad y por iniciativa de individuos, grupos o colectivos, ante la carencia de lugares, físicos o simbólicos, adecuados para producir y gestionar bienes y servicios artísticos y culturales.
Como foros multidisciplinarios y autónomos en la toma de decisiones, se encargan de captar y programar todas aquellas expresiones artísticas, sociales y culturales que comúnmente no son aceptadas por el círculo oficial cultural o comercial, de la industria del entretenimiento, debido al desconocimiento o a la falta de inmuebles adecuados.
Al no depender de alguna instancia gubernamental o privada, los Espacios Culturales Independientes Alternativos ofrecen precios accesibles al público en general para disfrutar de actividades como cine, música, lectura, teatro, turismo cultural, ópera, entre otros de la misma naturaleza.
Por lo cual, representan focos de fomento y gestión cultural, incluyentes en sí mismos y solidarios con los diferentes grupos e individuos de la sociedad civil. Y, paralelamente, poseen una función de gran relevancia, pues posibilitan el fortalecimiento del tejido social, al satisfacer las necesidades de expresión de sus miembros.
De esta manera, si bien es cierto que el tema de la cultura y su regulación jurídica es particularmente complejo, por la cantidad de elementos y agentes implicados, también resulta fundamental impulsar modificaciones que permitan cumplir con los preceptos establecidos en la Constitución Política y en los Tratados Internacionales, a fin de garantizar a la comunidad el acceso a la cultura y a los derechos culturales, inherentes a los derechos humanos, en condiciones de igualdad, dignidad humana y no discriminación.
Al garantizar los derechos culturales, también se fortalece la intervención de la ciudadanía en su propio desarrollo, pues se adquieren elementos para transformar el entorno.
Por lo tanto, en la Ciudad de México se deben desarrollar tareas vitales para preservar la historia, identidad y formas de convivencia, así como para impulsar el potencial creativo, la expresión intelectual y cultural de individuos y colectividades, dentro de un marco diverso y un ambiente de tolerancia, respeto y sentido democrático del uso de los espacios públicos.
Asimismo, es imprescindible contribuir en la formación de capacidades de expresión y comprensión de manifestaciones culturales y artísticas, y de apreciación de la belleza, además de difundir la pluralidad de actividades que se realizan en sitios públicos y privados.
Motivos por los cuales, solicitó inscribir dicha propuesta en el marco de un esfuerzo mayor para impulsar y promover la cultura, como elemento sustantivo de desarrollo social.