Las elecciones regionales en México concluyeron ayer domingo con algunos incidentes de violencia y acusaciones de corrupción entre los mayores partidos políticos, que arrojaron sombras sobre el futuro de una clave alianza entre la oposición y el oficialismo para aprobar una ambiciosa agenda de reformas.
Medios reportaron algunos incidentes de violencia, como un tiroteo cerca de un centro de votación en el norteño Coahuila, intimidación de votantes y el robo y destrucción de material electoral en algunos estados, en un país donde la violencia del narcotráfico ha dejado decenas de miles de muertos.
Dirigentes políticos se lanzaron el domingo mutuas acusaciones acerca del mal uso de la fuerza pública y coacción de electores, creando un clima que podría dañar las perspectivas de la alianza entre el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y los opositores Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).
El PRI, sin mayoría absoluta en el Congreso bicameral, suscribió el llamado Pacto por México con el izquierdista PRD y el conservador PAN, que le permitió aprobar reformas del presidente Enrique Peña Nieto para modernizar el rezagado sector educativo y aumentar la competencia en telecomunicaciones.
Ese apoyo sigue siendo necesario para dos nuevos proyectos que buscan impulsar a la segunda economía latinoamericana: una reforma fiscal para elevar la débil recaudación y otra para permitir más inversión privada en el sector petrolero que el Gobierno prevé enviar al Congreso entre agosto y septiembre.
OPACIDAD Y CRIMEN ORGANIZADO
El presidente del PAN, Gustavo Madero, denunció lo que llamó "signos de opacidad, de falta de transparencia", entre ellos el cierre de su propio centro de votación en el norteño estado de Chihuahua.
"No se puede sentar en la mesa a alguien que no esté comprometido a cumplir con el estado de derecho, a combatir la impunidad", dijo, aunque agregó que "la necesidad de generar acuerdos sigue siendo vigente, sigue siendo un imperativo para México".
En Ciudad de México, el presidente del PRD, Jesús Zambrano, denunció que organizaciones del crimen organizado estaban apoyando a candidatos del PRI en varios estados y afirmó que los hechos del día impactarían "la acción pública nuestra y nuestra propia participación en el Pacto".
El PRI tampoco se quedó callado. Su presidente, César Camacho, denunció que en Baja California, cuya elección de gobernador es vista como clave dentro del proceso, autoridades intentaron inhibir la participación de votantes.
BAJA CALIFORNIA EN LA MIRA
El PAN, que quedó fracturado después de perder la presidencia el año pasado, podría debilitarse más y dejar de ser buen interlocutor en el Pacto si pierde el gobierno de Baja California, su bastión desde 1989.
Analistas han enfatizado en que el escenario más favorable para el Pacto por México es que el PAN retenga el gobierno de Baja California y gane algunas capitales que están en manos del PRI.
"El Pacto por México no sería afectado si gana (Francisco) 'Kiko' (Vega, candidato panista), pero la relación del estado con el gobierno federal mejoraría si gana (Fernando) Castro Trenti (candidato del PRI)", dijo Fernanda Juncal, de 27 años, productora de una emisora de radio en Tijuana.
Además de Baja California, hubo comicios en los estados de Tamaulipas, Coahuila, Sonora, Durango, Chihuahua y Sinaloa, en el norte; Puebla, Tlaxcala, Aguascalientes, Zacatecas e Hidalgo, en el centro; Quintana Roo sobre el mar Caribe; Oaxaca en el sur; y Veracruz, ubicado sobre el Golfo de México.