En el próximo periodo de sesiones el debate sobre la reforma energética se basará fundamentalmente en el terreno político e ideológico, más que en el aspecto técnico, aseguró el senador Alejandro Encinas Rodríguez, del PRD; al participar en el foro “Reforma Energética Privatizadora”.
Señaló que los partidos de izquierda se enfrentarán a una alianza PRI-PAN afianzada a raíz de las elecciones del 7 de julio.
En este sentido dijo, que con el soporte del 65 por ciento de los mexicanos, la izquierda llevará a cabo el debate sobre dicha reforma.
Tanto Pemex como la Comisión Federal de Electricidad --abundó el legislador perredista-- requieren cambios de fondo en materia administrativa y fiscal, a fin de que sean empresas integradas con capacidad de negocio y visión de país y para que los hidrocarburos se conviertan en la base estratégica del desarrollo nacional.
Es un mito que PEMEX no sea rentable y en el fondo, afirmó, lo que se pretende es entregar la renta petrolera al extranjero y muchas empresas privadas han hecho de la paraestatal una fuente de negocios a costa del patrimonio de la nación.
La política petrolera nacional debe sufrir un ajuste y por eso hay que debatirla, “pero de ninguna manera estamos dispuestos a dar marcha atrás a las grandes conquistas” producto de la expropiación decretada por el presidente Lázaro Cárdenas, subrayó el legislador Benjamín Robles Montoya.
El legislador perredista estimó que el primer punto a tratar en el próximo periodo de sesiones en el Congreso debe ser la reforma política, a fin de establecer las bases para una “urgente” consulta nacional sobre la reforma energética, pues ésta no la debe resolver el Pacto por México ni los propios legisladores, porque se trata de un asunto del interés de todos los mexicanos.
En su intervención, la senadora Layda Sansores San Román, de Movimiento Ciudadano, advirtió los riesgos para el erario público al cuestionar: “¿cómo va a hacer el gobierno para sustituir la aportación de PEMEX del 35-40 por ciento al PIB en la reforma energética que propone? ¿Cómo lo van a llenar?”. Afirmó que “por eso están acelerando los aumentos a las gasolinas y al IVA”.
Aseveró que hay una enorme responsabilidad de los legisladores, pero también de los ciudadanos para dar la gran batalla por la reforma, incluso en las calles, pues lo que realmente está de fondo es la corrupción y la traición a México. “El destino de nuestros hijos realmente está en juego”.
Claudia Sheinbaum Pardo, rechazó que México no cuente con recursos para impulsar la industria petrolera, pues en 2004 se produjeron cerca de 3.4 millones de barriles de petróleo diarios y se vendieron 1.5 millones de barriles diarios, mientras que en 2012 solamente 950 mil.
En tanto, el ingeniero Javier Jiménez Espriú, integrante del Consejo Consultivo del Movimiento de Regeneración Nacional Morena, reconoció que es “necesaria” una reforma energética, “pero no la que ofrece el presidente de la República en sus discursos en el extranjero o como la que se deriva de los puntos del Pacto Por México”.
Dichas propuestas, aseguró, “buscan entregar a la inversión privada el crecimiento de la industria desde la refinación y permitir, a partir de contratos de riesgo, incentivados, de servicios múltiples y de alianzas, el acceso de la iniciativa privada a la exploración y producción y con ello a una parte sustantiva de la renta petrolera”.
En su intervención, el ex diputado Francisco Carrillo Soberón, integrante del Consejo Consultivo en temas energéticos de Morena, advirtió que “el empoderamiento” de las trasnacionales petroleras es determinante para el devenir político y si la reforma energética que se promueve se concreta “la candidaturas tendrían que pasar” por empresas como Halliburton.