Jóvenes rechazados de las universidades públicas realizan una cade humana alrededor de las oficinas de la SEP en el primer cuadro de la ciudad de México, por lo que exigen 200 mil lugares más en la matrícula de educación superior. Autoridades educativas los recibieron para abrir una mesa de trabajo.
Con banderas de protesta, consignas y dibujos, los manifestantes entre 16 a los 25 años de edad afirmaron que una mesa de trabajo se encuentra negociando con autoridades educativas la construcción de más planteles escolares, mientras tanto adelantaron que en los próximos días realizarán planteles en diversos centros de estudios de la Ciudad de México.
Se enfatiza, que los integrantes MAES pretendían iniciar un plantón en las afueras de las oficinas centrales de la SEP, posponiéndolo hasta próximas fechas mientras se resuelve su situación académica. El movimiento estudiantil se conforma por “no aceptados” y alumnos de la UNAM, Politécnico Nacional, UAM, entre otras.
En entrevista para El Punto Crítico, Jorge Alberto, rechazado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), aseveró no estar de acuerdo con el resultado de su examen de admisión, por lo que fue a preguntar su número de aciertos a las oficinas de la casa de estudios en la zona de Zacatenco, respondiéndole “que no era su competencia darlos a conocer”, dijo.
La molestia lo obligó a unirse al MAES, destacando que ve una oportunidad en el movimiento estudiantil que tiene el objetivo de presionar a las autoridades educativas para que incremente la matrícula estudiantil en los niveles de educación media superior y superior.
“Sentí que me fue bien en mi examen, contesté lo mismo que me enseñaron en mi curso, el examen de la Comipems es una farsa”, detalló.
Aseguró que gran parte de los rechazados son personas con “buenos promedios”, asegurando que el examen no es una medida certera para asignar un lugar en una universidad o preparatoria.
En cambio, Liz Sánchez Cortés, quien realizó su examen para la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) cuatro veces, detalló que por estudiar la preparatoria en una universidad privada “no fue aceptada en una pública”, asegurando que existen privilegios en las escuelas públicas de prestigio.
“Yo hice mi primer examen durante cuatro veces, sin embargo conocí al Maes y ellos me ayudaron a conseguir una beca”, remarcó.
Además, ella aseguró que contestó correctamente el 90 % del último examen que realizó, opinando que el Programa Emergente que propuso la SEP “es una basura”.