Si México quiere alcanzar el máximo potencial petrolero, Pemex tendría que invertir unos 62 mil millones de dólares anuales, casi tres veces más de lo que se destina en la actualidad aseguró el director de la empresa paraestatal, Emilio Lozoya Austin.
Al comparecer ante senadores, el funcionario de Petróleos Mexicanos (Pemex) expuso que dicha inversión permitiría alcanzar una producción promedio de cuatro millones de barriles de crudo diarios y de 16 mil millones de pies cúbicos de gas diarios.
Sin embargo, advirtió que si se mantiene el ritmo de inversión actual por unos 24 mil millones de dólares, en los próximos 10 años se puede esperar una producción promedio del crudo ligeramente superior al actual por 2.8 millones de barriles de crudo diarios y de gas por 6.1 millones de pies cúbicos diarios.
Ante ello, destacó la importancia de aprobar la reforma energética con la cual se busca elevar los niveles de inversión que requiere la paraestatal para aprovechar el potencial petrolero nacional.
Reconoció el papel preponderante que tiene el sector energético para México, motivo por el cual la reforma ocupa un lugar de primera línea para impulsar las diferentes industrias del país, que se apoyan en los recursos eléctricos y petrolíferos.
Manifestó que estos factores justifican la revisión del funcionamiento de Pemex y de la industria petrolera para retomar y acelerar su crecimiento.
Reiteró que la reforma constitucional es necesaria para mantener los niveles de inversión requeridos a fin de aprovechar el potencial en la materia.
Aclaró que el objetivo de la propuesta de reforma constitucional "no es cambiar el régimen de propiedad de los hidrocarburos", sino dotar al país de un marco legal para obtener el máximo de riqueza de estos recursos para los mexicanos.
Gracias a los adelantos tecnológicos, destacó, hoy existe la posibilidad de explotar recursos que hace años eran inaccesibles, lo que permite considerar el potencial de los recursos petroleros del país.
Refirió que 43 por ciento de las reservas totales del país y 75 por ciento de los recursos prospectivos corresponden a yacimientos no convencionales y aguas profundas.
En este escenario, si se quiere que la industria del gas y del petróleo retomen una senda de crecimiento, es necesario que Pemex cuente con un nuevo régimen fiscal, similar al que enfrentan sus competidores en el resto del mundo.
Además, continuó, la paraestatal requiere modernizar su esquema de organización interna para ser más ágil, eficiente y competitiva, para lo cual se propone la supresión de los organismos subsidiarios.
Estos a su vez serían sustituidos por dos divisiones que se encargarían de "aguas arribas", esto es de exploración y producción, y otra a cargo de las actividades industriales "aguas abajo", detalló Lozoya Austin.
Expuso que un segundo aspecto para la modernización de Pemex implica la introducción de las mejores prácticas de Gobierno Corporativo, con un Consejo de Administración más profesional, mayores facultades y menos trabas burocráticas.
Dicho Consejo funcionaría "como el brazo administrativo de los propietarios de las empresas, los mexicanos, y que sea responsable ante su representante, el Estado", subrayó.
Las propuestas harán frente también a la necesidad de aumentar la flexibilidad de Pemex en el ejercicio de su presupuesto y la definición de una política de remuneraciones y de manejo de recursos humanos, propia de una empresa y no de una dependencia administrativa del gobierno federal, expuso el funcionario ante los senadores.