Luego de expresar su preocupación por las revelaciones difundidas en medios de comunicación, en el sentido de que Estados Unidos habría instalado en su embajada en México un centro de espionaje denominado Fusión México, supuestamente manejado por funcionarios estadounidenses para labores de espionaje, la senadora Gabriela Cuevas, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, instó a la Procuraduría General de la República (PGR) a iniciar de inmediato una investigación que permita conocer la veracidad de dicha información; en su caso, los objetivos de dichas maniobras, si hubo alguna autorización de parte del gobierno mexicano y si dicho centro continúa en operación.
La legisladora sostuvo que, con base en un documento del Departamento de Defensa en poder de la organización no gubernamental The National Security Archive y filtrado a medios de comunicación, Estados Unidos habría establecido un centro de inteligencia en suelo mexicano en contravención a lo dispuesto en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Dicho instrumento internacional señala que una de las funciones de las misiones diplomáticas consiste en “enterarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de los acontecimientos en el Estado receptor e informar sobre ello al gobierno del Estado acreditante”.
“Por supuesto que estamos de acuerdo en que se adopten estrategias y acciones que permitan dar con los narcotraficantes y desmantelar estructuras del crimen organizado, pero éstas deben ser con base en el marco jurídico nacional e internacional”, sostuvo la legisladora.
Agregó: “De resultar cierto lo que se reveló en los medios de comunicación, agravaría el escenario que ya habíamos planteado de una clara violación a la soberanía de nuestro país e intimidad de los mexicanos. Primero, por los actos de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos que alcanzaron al círculo de colaboradores cercanos del anterior presidente, Felipe Calderón Hinojosa, y de Enrique Peña Nieto, en calidad de candidato presidencial. Y segundo, con estos nuevos elementos”, comentó Cuevas Barron.
Independientemente de lo anterior -mencionó Cuevas- solicitamos a la Secretaría de Gobernación y al Cisen un informe detallado sobre las estaciones de inteligencia extranjeras acreditadas en México a fin de proponer un marco normativo que rija las actividades legítimas de recolección de datos por agencias extranjeras en México, especialmente las del personal acreditado como personal diplomático.
A la vez, agregó, pedimos a la cancillería mexicana fijar una postura más determinante en la exigencia de que el gobierno norteamericano dé una explicación satisfactoria sobre estos hechos, pues dijo, pareciera que el tema va quedando en el olvido cuando salen a la luz nuevos elementos que tensionan las relaciones de amistad y cooperación que deben existir entre países vecinos.
Finalmente, la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Senadores advirtió que estará al pendiente del desarrollo de estas nuevas revelaciones, pues dijo, “de ser ciertas, revalidaría una acción violatoria por parte del país del norte, acción que no merecemos ni debemos tolerar los mexicanos”.