El fuerte blindaje instalado alrededor del Palacio Legislativo de San Lázaro busca evitar que los diputados sesionen en un recinto alterno “como ya ha ocurrido” en otras ocasiones, declaró el presidente de la Cámara de Diputados, Ricardo Anaya Cortés.
Desde el anuncio de Andrés Manuel López Obrador, el domingo pasado, de que establecerían un cerco a las instalaciones del Congreso como parte de sus movilizaciones en contra de las reformas político electoral y energética, la Cámara baja solicitó la protección del recinto a las máximas autoridades gubernamentales, por lo que este martes San Lázaro amaneció prácticamente sitiado, y así estará hasta que aprueben ambas iniciativas.
“Las medidas de seguridad que se mantienen alrededor de San Lázaro son transitorias y buscan evitar que los diputados sesionen en un recinto alterno, como ya ha ocurrido en el pasado reciente”, expresó el diputado del PAN.
Lo que se busca, dijo, es garantizar que la discusión de “reformas de la máxima trascendencia para el país” se lleve a cabo en el Palacio Legislativo, indicó.
En agosto pasado, la Cámara de Diputados y el Senado tuvieron que sesionar en una sede alterna, debido al bloqueo que realizó la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) a los diferentes recintos parlamentarios, en rechazo a la discusión de la reforma educativa y sus leyes reglamentarias.
Esta vez se tomaron las previsiones necesarias para evitar un nuevo bloqueo, ahora por parte de las huestes del político tabasqueño quien, por cierto, fue hospitalizado ayer en un hospital privado.
Entrevistado poco antes de iniciar la sesión plenaria de este martes, el líder de la Cámara de Diputados afirmó que parte de su obligación constitucional “es velar por la inviolabilidad de este Recinto Legislativo y estoy cumpliendo con esa obligación”.
“Estamos buscando garantizar que sea aquí donde se dé un debate franco, transparente, abierto; que toda la ciudadanía pueda observar y que todas las votaciones sean públicas”, agregó.
También consideró que este periodo de sesiones, que concluye el 15 de diciembre, “va a ser recordado como uno de los más productivos y trascendentes en la historia del Congreso Mexicano”.