Funcionarios, consejeros electorales, analistas democráticos, académicos, estudiantes y personalidades publicaron vía Internet el día de hoy una carta dirigida al Confesos de la Unión, al los miembros del Pacto por México y al Gobierno Federal rechazando la aprobación de la reforma- político electoral afirmando que se aprobó en muy poco tiempo y sin
análisis, urgiendo a la revisión de la misma.
El documento realizado por el Instituto para la Transición Democrática y firmado por los antes mencionados indica que las Cámaras Legislativas aprobaron la reforma política “a las prisas”, culpando las presiones ejercidas por grupos de interés para que la reforma energética sea votada antes de cerrar el año.
“La reforma político electoral estuvo presionada por la prisa de la reforma energética, lo que precipitó decisiones, hizo prescindir los diagnósticos más serios y acumuló propuestas sin lograr coherencia o consistencia", se detalla en el documento.
Se precisa que en relación con lo electoral, la enmienda constitucional menciona que la reforma tiene problemas de concepción y concreción, que propicia la debilidad que el Instituto Federal Electoral (IFE) había solucionado en 20 años, misma que se “encuentra en riesgo”.
"Es una reforma re-centralizadora que cambia la naturaleza constitucional de la autoridad electoral (deja de ser federal)" por el cambio aprobado de Instituto Federal Electoral (IFE) a Instituto Nacional Electoral (INE), detallaron.
También los firmantes criticaron que los estados de la federación y las sociedades locales son incompetentes para resolver sus problemas políticos y sus propios rezagos democráticos, recalcando que la única solución es la organización de los sistemas políticos.
" La reforma electoral modifica las bases mismas de las elecciones en México, bases que habían funcionado admirablemente bien y que han sido hasta hoy el fundamento de la competencia democrática y de la estabilidad política a lo largo de dos décadas"; también considera problemático el hecho de que la "reforma responde a los imperativos de una impugnación postelectoral cuyos fundamentos o pruebas no fueron ni lejanamente demostrados", se enfatiza.
Además, señala que la reforma tiene es refundacional y no busca corregir o mejorar el sistema electoral, más bien cambiarlo de manera radical, afirmando que pretende desaparecer la misma lo ganado anteriormente.
" Esta es una reforma conjugada con el condicional verbo "podrá". Lo cual abre la puerta, automáticamente, antes incluso de iniciar cualquier proceso electoral, a la disputa, la impugnación y la discrecionalidad de la nueva autoridad electoral", detalla.
Explica como retroceso que la reforma eleve el porcentaje mínimo de la votación válida para que los partidos políticos conserven su registro del 2 al 3%, explicando que organizaciones perderán sus registros.
En relación a los gobiernos de coalición, indicaron que el Instituto asegura que es una propuesta adecuada para los partidos que pretendan construir una mayoría en el Congreso de la Unión, precisando que “ya no habrá oportunidad de mejora”.
Quienes firmaron la carta son Luis Emilio Gímenez Cacho, Carlos Flores Vargas, Rosa Elena Montes de Oca, Antonio Ávila, Ricardo Raphael, Agustín Castilla, Jorge Javier Romero, Mariano Sánchez, Sergio López Ayllón, Jesús Galindo, Lucía Guijarro, Pável Gil, Antonio Franco, Margarita Flores, David Bernal, Miguel Ángel López, Juan Adolfo Montiel, Guillermo Ejea, Salvador de Lara, Enrique Contreras, Luis Salgado, Carlos Garza Falla, Christian Uziel García, César Hernández, Jaime Trejo, Manuel Vargas, entre otros.