La violencia de género contra las mujeres es un problema grave y complejo que conlleva discriminación y disgregación social, lo cual, lesiona los derechos humanos de las mujeres. En nuestro país este problema no ha sido atacado porque no existen las condiciones legales, económicas y sociales que permitan terminar con este
grave problema
De acuerdo a un estudio elaborado por el Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres (CEAMEG) en la Cámara de Diputados, lo anterior se debe en gran medida a que en la actualidad los medios de comunicación masiva, reproducen estereotipos que generan desigualdad, discriminación y violencia hacia las mujeres.
Lo anterior conlleva a la necesidad de fomentar que estos medios generen una cultura de respeto a la diversidad y promoción de los derechos humanos, ya que la consecuencia más directa y grave que tienen los contenidos agresivos difundidos a través de los medios de comunicación, es el de insensibilizar a la audiencia ante situaciones de violencia real, volviéndola apática e incluso permisiva frente a sus manifestaciones.
Así, cuanto mayor sea el tiempo de exposición a contenidos mediáticos violentos, mayor es el riesgo de desarrollo de conductas violentas en niños y adolescentes. Asimismo, la suma de estas conductas genera, sin duda, una sociedad más violenta y alejada del respeto a los derechos humanos.
En México no se plantea aún, de manera sistemática, el debate sobre el papel de los medios de comunicación como difusores de estereotipos de género y de violencia contra las mujeres.
En este sentido, el presente documento consiste en un estudio sobre la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación, desde el punto de vista jurídico, por la importancia que reviste el tema y sus carencias, para que sea discutido a partir de las próximas sesiones por el legislativo de la Cámara de Diputados.
Con lo anterior se pretende evitar que se sigan reproduciendo a través de los medios de comunicación masiva, estereotipos que generen la desigualdad, la discriminación y la violencia hacia las mujeres y que en cumplimiento de la función social que éstos medios deban generar una cultura de respeto a la diversidad y promoción de los derechos.
Hasta el momento se tiene conocimiento de la gran necesidad que tiene la nación de contar con medios de comunicación responsables y comprometidos con la lucha contra la violencia hacia las mujeres y la infancia, las cuales son parte fundamental en las sociedades democráticas.
Por ello, el estudio destaca que dada la importancia que los medios de comunicación tienen en la formación de criterios en una sociedad, es de fundamental importancia analizar si las normas que rigen en México los contenidos de los medios de comunicación, recogen los compromisos internacionales que México ha adquirido en relación con los derechos humanos de las mujeres.
Lo anterior debe partir del reconocimiento de que los medios de comunicación pueden realizar una gran contribución a la modificación de la percepción de los roles asignados a los géneros y a la búsqueda de la garantía de los derechos humanos de este género.
Por lo que es preciso contar con medios de comunicación responsables y comprometidos con la lucha contra la violencia hacia las mujeres y la infancia, son parte fundamental en las sociedades democráticas, mismas que, si no aseguran el
pleno disfrute de los derechos humanos de las mujeres, dejan de ser tales.
El estudio también destaca que pese a que existen disposiciones en diversas leyes en la materia, basta observar con una mirada crítica los programas de televisión, incluyendo las barras cómicas y las telenovelas –e incluso los programas de noticias-, los contenidos de las revistas, tanto para mujeres como para hombres, los anuncios clasificados de los periódicos, así como escuchar atentamente muchos programas radiofónicos, tanto musicales como informativos, para percatarse de que en México es urgente una reforma al marco jurídico nacional en su totalidad para incorporar la no discriminación, la igualdad, y para transversalizar la perspectiva de género y erradicar la violencia contra las personas que aparece en los medios de comunicación.
Sin embargo, no se puede esperar un acto voluntario –por parte de los medios
de comunicación- para modificar los contenidos ofensivos, discriminatorios y donde se muestren escenas de violencia contra mujeres, niñas y niños, así como contra indígenas y personas adultas mayores, sino que se requieren medidas legales contundentes al respecto, tanto en el ámbito federal como estatal y municipal.
Por lo que de manera es urgente modificarla Ley Federal de Radio y Televisión a fin de incorporar en ella la perspectiva de género de manera transversal, así como medidas concretas para sancionar tales transmisiones.
Las reformas deben incluir no sólo la prohibición expresa de toda una serie de contenidos que fomentan la violencia contra las personas, sino la obligatoriedad para los medios de comunicación de realizar campañas que hagan énfasis en la igualdad entre las personas y en la erradicación de los estereotipos, así como información útil para eliminar la violencia contra mujeres, niñas y niños en todas sus formas, incluyendo la violencia en el hogar.
En este orden de ideas, una de las tareas más urgentes es lograr que los medios de comunicación entiendan que, en su papel como “educadores” de las audiencias, deben contribuir a la promoción del respeto de los derechos humanos, no a su detrimento.
Lo anterior parte de un proceso de sensibilización, pero también de acatamiento de las leyes, mismas que sin embargo, hasta ahora no han alcanzado un desarrollo suficiente que permita que su implementación erradique de los contenidos de los medios de comunicación elementos discriminatorios, violentos y degradantes.
Por ello resulta urgente que el marco jurídico mexicano responda no sólo a las obligaciones internacionales contraídas al respecto (aunque sea aún precario el
avance internacional al respecto, representa lineamientos sin duda útiles que debe ser armonizados en el marco nacional), es decir, deben revisarse los ordenamientos jurídicos aplicables con miras a su inmediata reforma y mejoramiento.
Lo anterior debe partir del reconocimiento de que los medios de comunicación pueden realizar una gran contribución a la modificación de la percepción de los roles asignados y a la erradicación de la violencia, que nos permita lograr cambios sociales que beneficien a todas y todos.
Contar con medios de comunicación responsables es una parte fundamental en
las sociedades democráticas, mismas que, si no aseguran el pleno disfrute de los derechos humanos dejan de ser tales, pues es imposible hablar de una sociedad verdaderamente democrática si invisibiliza los derechos de más de la mitad de su población.