Como cada año, llega la llamada “cuesta de enero” y con ella la cruda realidad para millones de mexicanos, quienes luego de gastar lo poco que recibieron de aguinaldo y vivir la euforia de las fiestas decembrinas, ahora enfrentan deudas y aumentos en los precios de bienes y servicios, además de incrementos en los impuestos, informó la agencia de mercado TNS.
Comenzó el 2014, y los pagos de derechos de licencias, así como permisos tendrán un incremento, y aunque la autoridad ha asegurado que no se incrementarán los impuestos, muchos temen que en la práctica tengan que pagar mucho más que durante el año que terminó, “lo que está sucediendo”.
No cabe duda que como el mexicano no hay dos. En particular por su ingenuidad al gastar, pues luego del “Buen Fin”, donde muchos comprometieron hasta la camisa en “pagos sin intereses”, ahora y luego de las posadas, Navidad y Fin de Año, habrá muchos que harán largas filas como pignorantes en las casas de empeño apenas se cumplan las primeras horas del 2014.
Además, el exponencial aumento que ha tenido la luz, que ha colocado en una situación insostenible a muchas micro empresas y hogares, la mayoría de ellos de bajos recursos, pues el costo de la electricidad como el de los combustibles se ha incrementado abruptamente.
También, el consumo “excesivo”, el aumento de impuestos y el irrisorio salario mínimo de dos pesos cincuenta centavos aprobado por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos obligan al 80 por ciento de los mexicanos a caer en la llamada “cuesta de enero”, debido a que gastaron más de lo tienen durante el fin de año.
El 50 por ciento de los mexicanos tuvo por lo menos 3 mil pesos para gastar en las fiestas de Fin de Año; desafortunadamente el bajo “poder de compra” existente obliga a muchos a sufrir “la cuesta de enero” debido a que sus bolsillos quedaron vacíos.
Primeramente los gastos de diciembre comenzaron con la realización de posadas, reuniones y brindis, costándole al trabajador 300 pesos en el traslado al lugar de celebración y en la compra de un regalo de intercambio, en caso de que se le diera a una sola persona.
Durante esta temporada navideña, los mexicanos gastaron dos mil 837 pesos en regalos y, en promedio, dieron seis obsequios, principalmente a miembros de su familia, según una encuesta de la agencia de investigación de mercados, TNS.
De acuerdo con el estudio, cuatro de cada 10 regalos se adquirieron en el mercado informal; la ropa y juguetes fueron los insumos más regalados, seguidos de zapatos, perfumes, chocolates, libros y accesorios para hombre y mujer.
A pesar de los fuertes gastos de navidad, estos continuaron durante las fiestas de Año Nuevo, donde los mexicanos gastaron en su cena de Navidad, en promedio otros 3 mil pesos; y eso si no salen de vacaciones, de lo contrario los gastos se incrementaron hasta por tres veces.
Se espera que para el Día de Reyes, miles de personas “tendrán que pedir prestado” para comprarle a sus hijos los regalos del momento, gastándose en promedio otros tres mil pesos, es decir, con un poder de compra de 3 mil pesos, el mexicano promedio se endeudará por el doble de esa cantidad.
SALARIOS DE HAMBRE
Sin importar el incremento irrisorio del Salario Mínimo para este 2014 de 64 .76 a 67 .29 pesos en las regiones del país con mayor poder adquisitivo, autoridades municipales, estatales y federales aumentarán los impuestos, lo que afectará las finanzas personales de los mexicanos.
El caso más llamativo es el ocurrido en el Distrito Federal con el aumento de la tarifa del Metro de tres a cinco pesos, así como el incremento del Impuesto Sobre Nómina al 3.1 por ciento y el probable encarecimiento del Predial.
Cabe mencionar que además subieron sustanciales en el consumo de bebidas azucaradas que cuestan un peso más, mientras los chicles aumentaron 16 por ciento de su valor, así como los aumento chatarra es de 8 por ciento más caros.
Además, el aumento mensual de 8 centavos que tendrá la gasolina magna durante el siguiente año propiciará el aumento escalonado de precios, mientras que la homologación del IVA en la frontera hará incrementar el precio de los productos manufacturados entre otros cargos.