Por la decadencia de las fuerzas armadas del país, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) dio a conocer la urgente necesidad de elevar los presupuestos militares con la finalidad de renovar el equipo y vehículos, muchos de ellos con más de dos décadas de antigüedad.
En un mensaje emitido por el departamento de comunicación social de la dependencia, la Sedena explicó que el gasto que realiza México para la defensa de su territorio es equivalente al 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), muy por debajo de lo que invierte la mayoría de los países de América Latina, que es 1.31 por ciento, urgiendo la necesidad de incrementar el presupuesto.
Recalcó, que el presupuesto mismo que debe crecer sostenido y gradualmente, para que al término de la administración se logre alcanzar una relación del 1 por ciento con respecto al PIB; calendarizando los recursos conforme a las necesidades institucionales que van creciendo gradualmente, precisó durante el Programa Sectorial 2013-2018.
En el documento se indican las necesidades del Ejército y Fuerza Área Mexicanos, agradeciendo el presupuesto de 65.2 millones de pesos asignado por el Congreso de la Unión para este 2014, “mismo que deberá incrementarse en los próximos años”, acentuó.
“El presupuesto asignado a la Sedena en los últimos años ha sido destinado principalmente a gasto corriente y en un porcentaje menor a gasto de inversión, destacándose que su cuantía ha sido la mínima indispensable para mantener la operatividad del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana (FAM)”, se advirtió en el documento.
Destaca que es necesario mejorar los recursos materiales, fortalecer la educación y adiestramiento militar y así incrementar los efectivos militares que actualmente apenas sobrepasan los 100 mil elementos con su armamento respectivo.
Remarcó la necesidad de elevar la calidad de vida del personal militar e impulsar las reformas legales, actualizar la doctrina militar y desarrollar la innovación, la investigación científica y tecnológica con la finalidad de mejorar lo ofrecido por otros grupos armados.
“La renovación y modernización tiene una justificación fundada y coherente con el desgaste de los medios y las amenazas y riesgos que enfrenta el Estado”, destacó la dependencia castrence.
Cabe recalcar que según el informe, la Fuerza Área Mexicana actualmente cuenta con una flota de 346 aeronaves, de las cuales 204 están en condiciones operativas y 142 están fuera de servicio, mismas que no pueden ser reparadas por la falta de recursos económicos.
En tanto, el 55 por ciento de las aeronaves cuenta con más de 21 años de servicio dando a conocer la necesidad de comprar 91 helicópteros, 81 aviones y tres sistemas aéreos no tripulados y así mejorar las habilidades capacidad de los defensores de la seguridad nacional y así incrementar la cobertura del espacio aéreo de un 32 a un 72 %.
Asimismo, la dependencia tiene 18 mil 221 unidades de transporte terrestre de diversos modelos, con un promedio de servicio de 20 años efectivos, de los cuales 80 por ciento se encuentran en condiciones de operación.
“El mantenimiento vehicular se ha dificultado debido a la carencia de personal, instalaciones, equipo y herramienta especializada”, por lo que se crearán 12 Compañías Regionales de Transportes y 46 Secciones de Transportes en los diversos Mandos Territoriales, replicó.
En relación a las instalaciones militares, explicó que tiene 769 inmuebles, de los cuales 475 están regularizados, 139 en proceso, 75 en comodato con particulares y 71 a diversas autoridades, remarcando la importancia de modernizarlos, muchos de estos en malas condiciones.
“En cumplimiento a las políticas de igualdad de género, es necesario adecuar las instalaciones para contar con espacios apropiados para atender las necesidades de mujeres y hombres”, explicó la Sedena en el oficio.
Finalmente, se propone regionalizar la atención médica militar para acercar los servicios de especialidad a diferentes áreas del país, dotándolos con personal suficiente, equipamiento moderno, ampliación de la infraestructura y construcción de nuevos hospitales regionales y de especialidades para así aminorizar la carga hospitalaria de los centros médicos de la capital del país.