A 20 años del TLC no ha alcanzado todas las metas

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Aunque los datos oficiales reflejan que el comercio entre México y Estados Unidos se ha quintuplicado desde la entrada en vigor (1994) del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), al grado de que logró aumentar un 506 por ciento, expertos en el tema aseguran que la cifra de negocios y riqueza se pudo haber alcanzado aún sin la firma del documento.

Consideran que durante estos 20 años, el TLCAN no ha alcanzado todas las metas, porque México no avanzó con la misma dinámica que sus socios comerciales (Estados Unidos y Canadá). Existen rezagos importantes en competitividad y, en los últimos años, el flujo y el valor de las exportaciones ha disminuido.

Actualmente México exporta cerca de mil millones de dólares al día y recibe tres mil millones de dólares de inversión extranjera directa. Antes del TLC el promedio de inversión era de casi 20 mil millones de dólares al año.

Especialistas en la materia, tanto de la Cámara de Diputados como de la Secretaría de Economía hablaron al respecto, y revelaron que entre 1993 y 2012, el comercio total de Estados Unidos con México aumentó 506 por ciento.

A pesar de ello, el diputado José Antonio León Mendívil, coordinador del área rural del Grupo Parlamentario del PRD, reconoció que a 20 años de haberse firmado el TLCAN, es necesario revisar sus términos, en particular los que tienen que ver con el apartado agropecuario, pues afirmó: “el Tratado ha profundizado la pobreza en el campo”.

Dijo que hay sectores que se han pronunciado por revisar dichos términos, por lo que consideró que será importante que de darse ese paso, uno de los actores principales en la revisión del TLCAN deberían ser las propias organizaciones campesinas y el Poder Legislativo.

Afirmó que las políticas agropecuarias de los últimos gobiernos han dejado un campo abandonado y envejecido que ha provocado la migración de miles y miles de mexicanos que ven mejores oportunidades en el campo en Estados Unidos que en el nuestro.

El TLCAN ha llevado también al encarecimiento de los productos agropecuarios, la monopolización de los mercados y los productos básicos y estratégicos por unas cuantas agroindustrias, particularmente extranjeras, añadió.

Sin embargo, el propio secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, reconoció recientemente que el TLCAN ha sido uno de los eventos más importantes en la transformación de la vida económica del país, y que hoy México es un país distinto en su estructura económica.

Considero que la prospectiva para los próximos 20 años tiene que estar orientada a que la historia de éxito tiene que bajar a todas las regiones de México y también bajar a todos los tamaños de empresa; es una tarea fundamental que a partir de la reforma se tiene que consolidar, indicó.

El funcionario detalló: “Tenemos un norte, un centro-occidente llegando hasta Puebla, totalmente integrado en las cadenas de valor, con gran pujanza en la industria automotriz, en la industria aeronáutica, pero tenemos un sur-sureste que no forma parte de la historia de México. Tenemos empresas pequeñas y medianas que todavía no se benefician de la integración de las cadenas de valor”.

En este sentido, dijo que estas empresas no han aprovechado los beneficios del TLC, porque su falta de competencia, de energía competitiva y suficiente a precios competitivos, y que es precisamente en ese rubro donde las reformas, que el Presidente Peña ha impulsado lograrán que NAFTA (por sus siglas en inglés), permitirá que los beneficios lleguen a todo el territorio nacional y a todos los tamaños de empresa, logrando con ello, una economía más productiva y más competitiva.

Recordó además que México ha logrado 10 tratados internacionales con 45 países, pero en el Asia sólo está incluido Japón.

Para el secretario, el TLCAN ha permitido un gran avance en estos 20 años, pero ahora “tenemos que trabajar con cincel en el detalle y en la profundización y en la efectividad de lo que logramos”.

No obstante, el diputado del PRD, Agustín Barrios Gómez, alertó que ese mecanismo comercial requiere para su éxito la construcción de un andamiaje institucional además de condiciones verdaderas de desarrollo humano que generen la riqueza que tanto urge para resolver el problema de la pobreza en nuestro país.

Consideró que luego de dos décadas del TLCAN se genera un nuevo reto: “crear las condiciones para que las bondades de la globalización se extiendan a los sectores de la sociedad más marginados, incluidos los migrantes residentes en Estados Unidos”.

Recordó que el 17 de noviembre de 1993 se firmó el TLC, el cual entró en operación el 1 de enero de 1994, y afirmó que hoy la crítica al TLCAN se centra en la falta de ímpetu de integración, no en su demasía, por lo que cuestionó por qué el tercero y más importante factor de producción, la mano de obra, no está regulada como lo están el tránsito de bienes y capital.

Barrios Gómez, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, propuso “repensar” el acuerdo sin mermar sus importantes beneficios y crear las condiciones para que las bondades de la globalización se extiendan a los sectores de la sociedad más marginados, incluidos los migrantes residentes en aquel país.

Aclaró que “hoy el panorama para México sigue igual de complejo, pues el Tratado trajo amenazas para el campo y muy pocos empleos formales respecto a los que Salinas prometió que se crearían a raudales”.

DATOS SOBRE EL TLCAN A 20 AÑOS DE PUESTA EN MARCHA

De acuerdo a datos del centro estudios independiente del Congreso de Estados Unidos, el impacto económico del TLCAN, entre 1993 y 2012, en el comercio total de Estados Unidos con México, aumentó 506 por ciento. Pero advierte que “gran parte de ese crecimiento podría haber sucedido sin el TLCAN”.

Revelan que durante el mismo periodo, el comercio de Estados Unidos con los países no miembros del TLCAN se incrementó en 279%.

El centro de estudios también señala que el TLCAN no causó enormes pérdidas de empleos temidos por los críticos, pero tampoco trajo los grandes beneficios económicos previstos por los partidarios. Su efecto global sobre la economía de Estados Unidos parece haber sido relativamente modesto.

Cuando se realizaron las negociaciones del TLCAN, las autoridades aseguraron que el TLCAN traería más empleos y mejor pagados, pero 20 años más tarde en México existe una preocupante tasa de desempleo, lo mismo que en EU, que a su vez ocasiona un enfriamiento de la economía.

Otra promesa fue que el TLC aumentaría la competitividad, pero según el Foro Mundial de Competitividad de Davos, México está ubicado en el lugar 58, cuando 20 años atrás estaba en el lugar 48.

Además de que se esperaba mayor captación de inversión extranjera directa. Sin embargo en 1993 México era el cuarto país en el mundo en captación de inversión extranjera directa, y actualmente está en el sitio 20.

No obstante, de 1993 a 2012, el valor agregado de las exportaciones mexicanas cayó del 58.8 %, hasta 39.13 %. Y a nivel general, de 2000 a 2012, el TLCAN, como bloque comercial, retrocedió al perder participación en el PIB mundial, de 34.94% a 26.01%. En el mismo periodo, la participación del TLCAN en las exportaciones mundiales bajó de 18.99% a 12% por ciento, revelan datos de delisgadores.

Hasta el momento se tiene registro que los sectores que sí han sido beneficiados con el TLCAN, son los azucareros, de hortalizas, aguacateros, y sobre todo en el caso de los productores del pollo, que durante estos 20 años ha crecido 140% de la producción nacional, el consumo per cápita paso de 18 kilos por persona a 33 kilos. El precio ha bajado 7% de 1994 a 2014. Esa es la realidad del pollo. Se bajaron los márgenes y se consolidó la industria”.

Recientemente, el ex secretario de Comercio, Jaime Serra Puche realizó un balance crítico a 20 años de la entrada en vigor del TLC y dijo que “la apertura que tuvo el país hacia el exterior no estuvo acompañada de una apertura interior”.

Es decir, explicó, era necesario que hubiera más competencia en telecomunicaciones, o energía, y en los sectores fundamentales. “Mi visión es que si hubiese habido una apertura en estos sectores, que ahora son los temas que se están revisando y por fortuna ya se han aprobado varias de estas reformas estructurales, habría todavía mejores resultados”, expresó.

Cabe recordar que los principales operadores del TLC fueron el propio Serra Pucha, y Jaime Zabludovsky, quien de 1990 a 1994 fue subjefe de la negociación del acuerdo comercial, además de los empresarios beneficiados con la apertura comercial como Armando Garza Sada, presidente de Alfa; Daniel Servitje, de Bimbo; Claudio X. González, presidente de Kimberly-Clark, así como el ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours.

Mientras que los principales negociadores de Estados Unidos fueron Carla Hills, y de Canadá, Michael Wilson.

El día de su aprobación, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, sólo envió un mensaje en video en el que mencionaba las ventajas del TLCAN que, a su vez, afirmó, “fijó las bases para una nueva generación de acuerdos comerciales”.

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