Ante las crecientes dificultades financieras de Oceanografía sus principales acreedores se apoderaron del barco OSA Goliath de Oceanografía, el cual analizan vender para cobrarse los 251 millones de dólares que les debe la naviera por unos bonos, informó Norsk Tillitsmann, fiduciario noruego de algunos de esos títulos.
"El buque fue detenido en aguas de Aruba según lo solicitado por Norsk Tillitsmann. Norsk Tillitsmann inició el proceso de detención con el fin de preservar los intereses de los tenedores de bonos, y después de recibir las instrucciones para la mayoría de los tenedores de bonos", dijo el grupo de inversionistas noruego Norsk Tillitsmann en una carta publicada este sábado en su página de Internet.
Oceanografía informó en septiembre del año pasado que había logrado colocar bonos por un monto de 160 mdd para el arrendamiento de una embarcación con el mismo nombre, que serviría para dar servicios a Pemex Exploración y Producción (PEP), según datos de la naviera en su sitio de Internet.
Sin embargo, Oceanografía fue intervenida por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) en febrero pasado por presuntamente defraudar con 585 millones de dólares a Banamex. Lo que provocó que los bonos cayeran en impago.
La firma noruega dijo en el comunicado que se preparaba vender el barco, llamado OSA Goliath, para recuperar los fondos de los acreedores, según una carta publicada el sábado en su sitio de Internet.
Entre 1999 y 2013, Oceanografía obtuvo poco más de 160 licitaciones públicas nacionales e internacionales para proveer servicios y obra pública, principalmente para Petróleos Mexicanos (Pemex) y su subsidiaria Exploración y Producción (PEP), por un monto que superaría los 31,000 millones de pesos (mdp).
El pasado fin de semana y con el mayor sigilo, la firma Norsk Tillitsmann confiscó el buque petrolero OSA Goliath, el activo más valioso de Oceanografía, S.A. de C.V., informó ayer a Excélsior la autoridad costera de Aruba, la isla caribeña que los Países Bajos tienen en el hemisferio occidental. No sabíamos que se trataba del tanquero más grande del mundo. Desde Oranjestad, la capital de Aruba, ubicada frente a las costas de Venezuela, Ras informó que el OSA Goliath llegó la noche del jueves 13 de marzo y fue entregado al juez al día siguiente, después de las 2:00 de la tarde.
“La prensa en la isla ni sabe todavía que el buque fue confiscado en aguas territoriales. La toma fue muy discreta”, dijo el oficial Ras.
Pero a miles de kilómetros de distancia, en Oslo, la capital noruega, nadie respondía el teléfono en las oficinas de Norsk Tillitsmann, la fiduciaria que respaldó la emisión de bonos internacionales de deuda por 160 millones de dólares que Goliath Private Limited colocó el 1 de octubre de 2013 y vencen el 9 de octubre de 2018.
“Es fin de semana. Llame por favor el lunes al señor Lundberg para que le proporcione la información”, respondió por el celular uno de los funcionarios de la fiduciaria.
Preparan venta del OSA Goliath
La explicación de lo que ocurrió en Aruba en las últimas horas salió a la luz en la carta que Fredrik Lundberg, director de Norsk Tillitsmannn, dirigió a los tenedores de los bonos de Goliath Private, la cual subió a la red en las primeras horas de ayer, bajo el título Arresto de embarcación.
Norsk Tillitsmann está actualmente preparando la venta de la embarcación y espera proporcionar información adicional sobre dicho proceso en los próximos días”, remató la misiva.
Hace apenas cinco días Lundberg encendía las alarmas para anunciar que OSA Goliath, el buque petrolero más grande del mundo, el cual Oceanografía, S.A. ofreció como garantía de pago de los bonos de su subsidiaria Goliath Private Ltd., navegaba en aguas internacionales.
Oceanografía, S.A. de C.V., que en su página web dice tener 38 navíos, pierde el usufructo de una de sus embarcaciones, el OSA Goliath, un activo valuado en unos 245 millones de dólares, pierde la documentación que podría estar a bordo del navío y enfrenta ante Norsk Tillitsmann el pago de dos emisiones de bonos internacionales: una de 335 millones de dólares, que vence el 15 de julio de 2015 y la obliga a pago bianual de un cupón de 11.25 por ciento.
Otra por 160 millones de dólares, que vence el 9 de octubre de 2018, y la obliga al pago trimestral de un cupón de 12 por ciento, según la liga cbonds.com/about/index.phtml, del CBonds Financial Information, de Rusia.
Y enfrenta las consecuencias de su presunto fraude a Banamex con créditos emproblemados por 585 millones de dólares y las obligaciones que vayan surgiendo durante escrutinio público como las compensaciones a 100 exempleados que la demandaron ante la justicia de Texas por el naufragio en 2008 del vetusto navío Seba’an.
También la lluvia de multas y sanciones que se suman a su inhabilitación por 21 meses y 12 días para participar en licitaciones de Pemex para dar servicios de transporte de personal o mantenimiento de la infraestructura petrolera en altamar.
Privada de contratos multianuales de servicio para Pemex, con valor de decenas de miles de millones de pesos, Oceanografía deja de ser la subcontratista preferida de los gobiernos panistas para enfrentar un escenario mucho más hostil al que hace apenas un mes le permitía seguir ampliando sus negocios internacionales, como la firma, en julio de 2012, de un contrato de proyectos de ingeniería marítima en el Golfo de México, con instituciones como China Rescue and Salvage, especializada en dar respuesta de emergencia a accidentes marítimos, naufragios, incendios o derrames, con el respaldo financiero de instituciones como el China Merchant Bank.
O simplemente para seguir participando en la compra de navíos usados o renovados para renovar su flotilla de transporte de personal en la Sonda de Campeche.