Anualmente en México desaparecen más de 45 mil personas, y alrededor de 500 mil niños no han sido encontrados en los últimos seis años, de los cuales el 58 por ciento tienen entre cuatro y 12 años de edad. Los lugares con más alto índice de desapariciones son el Distrito Federal, el estado de México y Jalisco. Y a pesar de ello hasta el momento no existe una base de datos oficiales que indiquen la cantidad e identidad de los desaparecidos.
Para tal efecto la Cámara de Diputados aprobó recientemente reformar la Ley Federal de Fomento a las Actividades realizadas por Organizaciones de la Sociedad Civil para que éstas apoyen a las autoridades competentes en la atención, búsqueda y localización de personas desaparecidas.
Estas organizaciones apoyarán en la búsqueda de los menores de edad sustraídos o extraviados y de personas mayores de edad desaparecidas, y en la asistencia a las víctimas indirectas de dichos actos.
Con estas modificaciones, se pretende ir más allá en la tutela de los derechos humanos, para que no solamente se garantice la posibilidad de formar o participar en las organizaciones de la sociedad civil, sino también el que se fomente sus actividades a través de los mecanismos previamente establecidos por nuestro país.
Lo anterior porque en algunas ocasiones, la saturación de casos o falta de recursos de organismos de seguridad pública y de procuración de justicia, desemboca en que el aparato gubernamental se torne insuficiente para la recuperación de los ciudadanos en tal situación.
Además de que la sustracción o extravío de menores y de personas desaparecidas se ha incrementado en los últimos años y la atención de las instituciones públicas a estas problemáticas resultan insuficientes, por lo que la participación ciudadana es indispensable, y debe ser reconocida.
Cabe hacer notar que a pesar de en México muchas organizaciones civiles se dedican a esta noble tarea, actualmente la ley omite sus respectivas atribuciones, referente al apoyo a las autoridades competentes en la atención, búsqueda y localización de esas personas.
Por ello, y a través del reconocimiento de las asociaciones que coadyuvan a las autoridades para la búsqueda, localización, de las personas desaparecidas, se podrá empoderar a la sociedad a fin de que ayude a los órganos de gobierno.
Hasta el momento, el trabajo de las instancias ciudadanas, sin ningún afán de lucro o ganancia personal, se han abocado al único fin de que esos niños regresen a sus hogares.
La labor que realizan las organizaciones de la sociedad civil es fundamental para el Estado mexicano en su conjunto y, dentro de éstas, aquellas que atienden el reclamo de la familias para dar el paradero de las personas, especialmente de los niños y jóvenes que deben recibir todo el apoyo de las instituciones de gobierno y de la sociedad en general.