De acuerdo con la organización internacional “InsightCrime” que mide los efectos del crimen a nivel internacional, asegura que una vez que estén aprobadas las leyes secundarias en materia energética, el crimen organizado canalizará sus fuerzas y recursos en el robo de hidrocarburos para obtener ganancias multimillonarias ilícitas ante la confusión que representará la guerra por las concesiones en el sector petrolero.
El estudio de esta organización señala que los hidrocarburos serán “la mina de oro de los delincuentes” al encontrar mayores ganancias en la venta de gasolina ilegal que los estupefacientes y es muy probable que las empresas extranjeras que invertirán en el sector energético en los próximos años se convertirán en blanco del crimen organizado por la posible violación de sus instalaciones para robar gasolina, gas o lavar dinero.
En un estudio que realizó también la empresa experta en seguridad en América Latina recordó que en el 2013 el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin aceptó que los robos de combustible le costaron a la paraestatal durante el 2013 15 mil millones de pesos.
También precisó por medio de un informe que la cifra aumenta como conforme se discute la importante enmienda , debido a que los grupos criminales están planeando como obtener los beneficios de la extracción indiscriminada de petróleo, misma que generará a la nación ganancias por 4 mil millones de dólares durante la próxima década.
Los expertos aseguran que tanto Zetas como el Cártel de Sinaloa ganarán dinero del robo y de la reventa de hidrocarburos, así como del control de las operaciones mineras legales e ilegales. Las áreas de gas esquisto, es decir cerca del Golfo de México coinciden exactamente con las áreas de operación de los Zetas.
Además especificó que el robo de petróleo ha pasado de caracterizarse por pequeños robos y la corrupción dentro de Pemex, a una operación criminal a gran escala llevada a cabo por los principales actores del crimen organizado, en particular, los Zetas.
Desde que los carteles de la droga se involucraron en el comercio, el robo registrado ha aumentado rápidamente y parece que se está acelerando, sugiriendo que el comercio de varios millones de dólares es una fuente cada vez más importante de ingresos para los grupos involucrados.
La idea de que esta aceleración está siendo impulsada por los grupos criminales, es apoyada por la geografía del comercio. De los estados identificados por Pemex, todos excepto el Estado de México tienen fuerte presencia de carteles de las drogas y los Zetas, donde se cree que tienen presencia y está gran parte del comercio.
Mientras que el petróleo sigue siendo el combustible más fácil de robar y revender, el número de sifones dirigidos a las tuberías de gas natural de Pemex muestra cómo los grupos criminales también se han expandido a otros mercados de hidrocarburos.
2013, AÑO DE LOS ROBOS DE COMBUSTIBLE
También la organización “ InsightCrime” dio a conocer que durante el 2013 el robo de energéticos se duplicó por la falta de políticas de seguridad en instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), las cuales en la actualidad son violadas por funcionarios corruptos y sin escrúpulos.
En los primeros cuatro meses de 2013, la petrolera estatal mexicana Pemex registró 730 sifones ilegales, frente a los 377 el año pasado. De esos sifones, 666 oleoductos que fueron blancos eran operados por el brazo de refinación de petróleo de Pemex, 40 por su brazo de gas y petroquímicos y 24 de la Exploración y Producción de Pemex.
Los estados más afectados fueron Tamaulipas, Veracruz, Sinaloa, Estado de México y Jalisco. Las autoridades han arrestado a 48 personas por la extracción ilegal y a 180 más por transportar combustible ilegal, en lo que va corrido del año.
Entre 2011 y 2012, el número de sifones ilegales detectados aumentó un 23,2 por ciento, de 1.416 a 1.744. Pemex atribuyó el aumento principalmente a un creciente interés de los grupos criminales en el petróleo y el robo de gas en México, pero también a los avances en la detección de sifones.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dio a conocer que el negocio de los hidrocarburos en México lo controlarán 20 petroleras transnacionales que prácticamente extraen el 90 % del oro negro en el planeta.
El organismo internacional precisó que el consumo de petróleo y gas en el mundo asciende a 76 millones de barriles por día, y se prevé que llegue a 120 millones de barriles por día para el 2020. De esto los Estados Unidos consumen el 26%.
En Estados Unidos ya se ha extraído más del 60% del petróleo recuperable, lo que deja la relación entre reserva y producción en 10/1. En Noruega la relación R/P es también de 10/1 y en Canadá de 8/1. En cambio, la relación R/P de: Irán es 53/1, Arabia Saudita es 55/1 Emiratos Árabes Unidos, 75/1, Kuwait, 116/1, Irak de 526/1.
Estados Unidos, es quien más necesita asegurar el acceso y el control sobre nuevas reservas para mantener la sociedad de consumo que sustenta su economía, y vemos que la mayor cantidad de reservas se encuentra en Medio Oriente. Otras regiones que tienen la mayor cantidad de petróleo son Venezuela, Siberia occidental, el golfo de México, el mar del Norte, la parte norte del mar Caspio y el Golfo de Guinea.
Se sabe de la existencia de alrededor de 30.000 (otras cifras hablan de 40.000) yacimientos alrededor del mundo. Sin embargo el 80 % de crudo proviene de los yacimientos gigantes o supergigantes que son pocos. El 60% de las reservas se encuentran en el 1 % de esos yacimientos. Tan sólo Gawar, campo de Arabia Saudita, (el yacimiento más grande del mundo) contiene 15 mil millones de toneladas de petróleo.
En la década de los años setenta, cuando la OPEP impuso sus precios, las grandes empresas perdieron el control del recuso petrolero. Se dieron muchos procesos de nacionalización, que ahora intentan revertir ya sea con procesos de privatización o con la intervención militar.
De las 20 principales empresas 13 son estatales y sólo 7 son del sector privado. Sobre la base de los datos del informe especial de Oil & Gas Journal las 20 empresas que controlarán el petróleo mexicano son las que se muestran en el cuadro siguiente.