La diputada perredista Purificación Carpinteyro, aseguró que sus enemigos le dieron "una patada en la espinilla" para sacarla de la discusión de las leyes de telecomunicaciones, pero advirtió que la "guerra no ha terminado".
Sentenció que a pesar de las presiones, no renunciará a su cargo, y pidió que con la misma vara que fue medida,
se evalúe a otros legisladores que sí tienen conflictos de interés.
Lo anterior en relación a la plática telefónica que sostuvo con el empresario José Gutiérrez Becerril para proponerle un negocio de reventa de servicios de telefonía móvil, televisión de paga e internet.
Luego de que este miércoles Carpinteyro se excusará de participar en el análisis, debate y votación de las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones para no enturbiar el proceso, señaló: "Podría argumentarse y habrá quienes tienen su propia opinión de que yo tengo conflicto de interés, lo que no hay duda es que muchos sí lo tienen".
En entrevista radiofónica, Carpinteyro aseguró: "Me dieron una patada en la espinilla, me doblaron; eso no significa que ya terminó ni que la guerra ya fue ganada", aseguró, al tiempo de advertir: "Esto es nada más una patada con la que me sacaron de este juego, pero no es el único y esto va para largo; seguiré en la lucha y en la batalla".
Denunció que su posición "se lo debo a México y a una causa que he enarbolado desde hace mucho tiempo", pero alertó que sigue con la idea de demandar a quien resulte responsable por espionaje telefónico.