La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ha registrado que cerca de 52 mil —cifra récord— niños y niñas no acompañados por un adulto han sido detenidos en la frontera sur del país entre octubre de 2013 y mayo de 2014 cuando intentaban cruzar de forma irregular desde el norte de nuestro país, de los cuales un tercio de
ellos son de origen mexicano.
Este dato casi dobla las 24.493 detenciones del pasado año fiscal. No obstante, las estimaciones hablan de que un total de 90,000 menores latinoamericanos podrían ser detenidos al finalizar el año fiscal 2014, casi cuatro veces más que el año anterior.
Además de que la ONU denunció que "los migrantes que se encuentran en tránsito en México sufren extorsiones y secuestros por parte de organizaciones criminales relacionadas con el narcotráfico, por lo que nuestro país se ha convertido en el llamado negocio de la migración.
Por tales motivos es necesario que el Proyecto de Ley General de Niñas, Niños y Adolescentes Migrantes No Acompañados sea aprobado en septiembre próximo”, consideró la diputada del GPPRD, Lorenia Valles Sampedro, al demandar que “el gobierno federal actué cuantos antes para hacer una limpia y encontrar junto con organismos no gubernamentales dedicados a los migrantes y organismos internacionales, protocolos para atender a los migrantes y evitar que esta situación se salga de su cauce”.
Por ello, la diputada consideró que las medidas adoptadas por el gobierno de Estados Unidos para frenar el desplazamiento de niños, principalmente de Honduras, El Salvador y Guatemala a Estados Unidos no van a resolver el problema, el cual se está “atacando sólo con paliativos y no con medidas de fondo”.
Dijo que “es evidente que el problema al gobierno de Barack Obama ya se le desbordó y quiere echar a las niñas, niños y adolescentes a su suerte, regresándolos a su país a enfrentar las mismas circunstancias por las que lo abandonaron”.
“Esta situación reconocida ya como una ‘crisis humanitaria’ no puede resolverse como lo está haciendo el gobierno estadunidense, porque de una u otra manera los menores van a buscar regresar como ha sucedido siempre con los migrantes adultos, quienes a pesar de ser deportados buscan regresar, incluso varias veces”, señaló.
La secretaria de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados consideró que el problema se tiene que atacar de raíz, llevar a cabo acciones que permitan, en primer término, reducir las fuentes que provocan el éxodo de las y los menores.
Se deben enfrentar las causas en primera instancia, particularmente las que tienen que ver con la falta de empleos y problemas de inseguridad, asunto que la misma ONU reconoce que “la migración centroamericana es multinacional y responde a motivos económicos, de reunificación familiar y de seguridad”.
Lorenia Valles destacó que ha podido leer llamados de funcionarios del gobierno de Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador y Honduras pidiendo a los padres de las y los menores “hacerse responsables” y pedirles a sus hijos a “abstenerse de viajar y advertirles que está en peligro su vida a causa de los coyotes o traficantes de personas”, pero ello no resolverá la situación, aseguró.
Dijo que veía con buenos ojos que los coordinadores de las bancadas demócratas en el Congreso le hayan dado un plazo de un mes a la oposición Republicana en la Cámara de Representantes para que apruebe el postergado proyecto de reforma migratoria.
Dejo en claro que “El INM es una bomba de tiempo que al gobierno le va a estallar en cualquier momento. Hay que recordar que ya desde el 2011, este instituto ha sido señalado por la ONU de corrupto, por lo que el gobierno de México ha sido criticado por su incapacidad de perseguir y procesar a los responsables del tráfico de personas y lidiar con efectividad con el negocio de la inmigración”.