Agrupaciones de muralistas, organizaciones civiles y funcionarios del sector cultural de México denunciaron el estado de "pésima conservación" de un monumental mural de David Alfaro Siqueiros en manos de un empresario que baraja reubicarlo para construir un centro comercial.
El mural "La marcha de la humanidad", de 8 mil metros cuadrados, decora el llamado Polyforum Siqueiros, un turístico edificio y recinto multieventos anclado en el centro de la Ciudad de México en honor a uno de los mayores artistas mexicanos del siglo XX y propiedad heredada del empresario Alfredo Suárez, cuyo padre fue un importante mecenas.
Suárez ha planteado la posibilidad de reubicar el mural, que consta de siete paneles, para construir una gran torre de pisos y un centro comercial y, aunque recientemente negó públicamente esa posibilidad, en mayo interpuso un amparo contra la decisión del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) de prohibirle mover la obra.
El mural necesita "una restauración de emergencia", clamó en una rueda de prensa frente al emblemático Palacio de Bellas Artes el muralista Juan Carlos Garcés, director del Estudio de Diseño Artes y Muralismo (EDAM), agrupación que el viernes presentará una demanda penal contra Suárez por daños al patrimonio cultural mexicano.
También lo hará la fundación civil Ojesto Martínez, cuya directora, Carmen Ojesto, denunciaba este jueves que "no hay un sólo metro cuadrado de los 8.000 que tiene el mural que no tenga un daño importante".
Declarado monumento artístico nacional en 1980, "La marcha de la humanidad" es considerado uno de los mayores murales del mundo y obra emblemática de Siqueiros (1896-1974) que junto a Diego Rivera y José Clemente Orozco fue uno de los muralistas mexicanos más internacionales.
"El mejor regalo que se le puede hacer a los mexicanos sería expropiar el Polyforum Siqueiros" sobre el que fue colocada "La Marcha de la Humanidad" y en el que existen otras obras, dijo, de su lado, Leonardo Macareno Mejía, representante sindical del INBA.