En México mueren más de 16 mil personas al año por enfermedades transmitidas por alimentos y en el mundo se estima en más de dos mil millones los casos de diarrea derivados en gran medida por alimentos y aguas contaminadas.
Para evitar que este número continúe creciendo es necesario homologar los criterios internacionales de sanidad e inocuidad en los alimentos, establecido en la Ley de Seguridad Alimentaria, para que entre países se armonicen los criterios de prueba de laboratorio, certificación y productos alimenticios.
El presidente del Comité del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural, Sustentable y la Soberanía Alimentaria (Cedrssa), diputado Marco Antonio González Valdez (PRI), informó que en México la sanidad e inocuidad protegen el sector agropecuario a 200 millones de toneladas de alimentos, además, si tienen 28.9 millones de cabezas del inventario ganadero y más de 24 mil millones de dólares en exportaciones.
“Tenemos un grave asunto de contaminación y de mermas, sí somos deficitarios en la producción de alimentos, pero si llevamos vegetales al mercado el 40 por ciento son mermas, es muchísimo, si evitamos la merma, la oferta de alimentos sube inmediatamente”, reconoció.
Sánchez Cruz comentó que Senasica, conjuntamente con la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), se reunirán con la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).
Con ese encuentro se pretende “ir hermanando algo que está haciendo Estados Unidos y que necesitamos hacer nosotros, está cambiando su ley de inocuidad completa”, explicó.
Por su parte, Carlos Arellano Sota, director general del Instituto Nacional de Investigaciones Pecuarias, expuso la necesidad de crear una “Comisión Federal de Regulación y Control Fito y Zoosanitaria”, a fin de coordinar los esfuerzos de las diferentes secretarías federales y los gobiernos estatales y municipales, que intervienen en la inocuidad agroalimentaria.
“Esta comisión realizaría acciones de mejora regulatoria de la inocuidad, es fundamental que cambiemos el sistema de normas, el sistema de códigos alimentarios”, externó.
Puntualizó que las normas oficiales mexicanas que inciden en la inocuidad “ya son obsoletas, porque tienen más de cinco años y debieron de haberse actualizado cada cinco años”.