El consumo de la mariguana es de alto riesgo para la salud mental, y son los jóvenes entre los 15 y 19 años los más vulnerables, los que demandan más este producto, de acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Adicciones, donde se señala que la edad de inicio para el consumo de estos estupefacientes es antes de los 11 años.
Así lo denunció el director general del Centro de Atención Integral en Problemas de Adicción (CAIPA), José Antonio Elizondo, quien dijo que las secuelas del consumo de la droga son irreparables, sobre todo en adolescentes que han consumido la Cannabis antes de los 20 años, ya que genera abandono escolar, expulsión de sus escuelas, incluso “el síndrome amotivacional” que en la actualidad se asocia a otros factores.
Quienes argumentan lo contrario, agregó, están fuera del contexto estrictamente médico, porque no toman en cuenta el grave problema de neurotóxico de la sustancia, aún en consumidores no adictos, ya que existen riesgos psicosociales, por lo que de aprobar su consumo aumentaría también el uso de otras drogas como la cocaína y las metanfetaminas.
Sin embargo, los participantes en el debate “Efectos del Cannabis en la Salud”, la asesora de la Secretaría Nacional de Drogas de Uruguay, Raquel Peyraube, consideró que es necesario discutir las ventajas y contras del uso de esta planta no sólo desde el punto de vista médico, sino también en los aspectos sociales, de seguridad y económicos.
Aseguró que durante los últimos 27 años ha tratado de forma exitosa a pacientes que padecen una variedad de enfermedades con cannabis, aunque, subrayó, no está a favor de su consumo por vía del cigarrillo fumado, pero sí mediante métodos terapéuticos.
“Los efectos deben ser analizados desde distintos puntos de vista No es lo mismo hablar de la Cannabis que de los compuestos cannabinoides que son los implementados en la medicina”, explicó.
Agregó que existen casos como la anorexia, la cual puede ser tratada con el consumo de mariguana, ya que, aseguró, provoca en el paciente un aumento de apetito.
Por su parte, Ricardo Nanni Alvarado, director del Centro Nacional para la Prevención y Control de las Adicciones, afirmó que no existen evidencias médicas que sustenten los beneficios de sustancias como la mariguana en el campo médico.
“La medicina se basa en evidencias, no en ocurrencias; sin embargo, prescribir el uso de marihuana para quitar la adicción a otras drogas es algo de muy alto riesgo”, comentó.
El presidente del Consejo Mexicano Contra el Tabaquismo, Juan W. Zinser, dijo que a nivel mundial el 45 por ciento de las muertes provocadas por el alcohol y el tabaco, son prevenibles.
“Durante muchos años se consideró que el daño del tabaco era mínimo, hoy en día se sabe que cada 6 segundos muere una persona a consecuencia de alguna enfermedad relacionada con el fumar”, agregó.
Eryka Urdapilleta Herrera, integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SIN) y experta en el campo de las adicciones, principalmente el tabaquismo, alertó que del 2002 al 2011 se ha incrementado el consumo de sustancias ilícitas en nuestro país, lo que implica un riesgo de salud en jóvenes, ya que su uso a temprana edad puede ocasionar daños al sistema nervioso central.
“Para establecer que existe dependencia a la Cannabis o a alguna otra sustancia ilícita, deben presentarse los síntomas de compulsión (cada vez requieren más sustancia), tolerancia (necesitan aumentar las dosis para un mismo efecto) y síndrome de abstinencia”, detalló.
En tanto, el investigador emérito por el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, Ricardo Tapia, comentó que “existen drogas que hacen exactamente lo mismo que las que no se prohíben”.
La adicción a la mariguana es de 9 por ciento en el país y el tabaco del 32 por ciento; cocaína 17 por ciento y la heroína, 23 por ciento, por lo que no hay evidencia de que el uso médico de la mariguana lleve a un mayor uso no médico de la misma, ya que desde el 2003 se ha utilizado para fines terapéuticos; incluso, no se le asocia con algún tipo de cáncer, incluyendo aquellos que normalmente se relacionan con el uso del tabaco; por el contrario, es muy útil en el caso de enfermedades como la esclerosis múltiple y la epilepsia en niños.