Amañada licitación del INE con credenciales de elector

portada Ante la inminente demanda e impugnación que hará Talleres Gráficos de México (TGM) sobre la “negociada” adjudicación del contrato de licitación LP-IFE-018/2013,  en el que se le otorga a la firma alemana  Giesecke y Devrient de México, SA de CV, la producción de 68 millones de credenciales de elector, con un costo de 45 millones de dólares, se suma un conjunto de irregularidades en el manejo de  millones de datos personales de los ciudadanos mexicanos y el “trasquilado” del escudo nacional por parte de esta empresa.

 

Talleres Gráficos de México alega que ambas disposiciones viola media docena de leyes nacionales, entre las que destacan aquellas relacionadas a la seguridad nacional y de uso de símbolos patrios. Cabe destacar que la más delicada es aquella la relacionada con los datos personales ya que se han detectado el uso y manejo indebido de la información de ciudadanos mexicanos.

Lo que se alegó en su momento por parte del Consejo general de IFE fue que las nuevas credenciales deberían de contar con una veintena de rasgos de seguridad  y donde competirían empresas serias que manejaran estos estos parámetros.

En abril del años pasado, se debía presentar a la empresa ganadora de la esta producción, donde estaban involucrados NEC,  Giesecke y Devrient y TGM entre otros, sin embargo se declaró desierta ante la sorpresa de la opinión pública. Alegando que estas empresas no contaban con los lineamientos básicos para producir credenciales con altos niveles de seguridad.

 Cabe resaltar que el 24 de junio del 2013, una segunda licitación dio por ganadora a la empresa Giesecke y Devrient. En ese entonces la empresa NEC de México presentó ante la Contraloría General del IFE una solicitud para que se suspendiera la licitación, por considerar que la empresa alemana “no cumplió con los estándares”, el órgano electoral entregó a la empresa alemana la producción con la licitación LP-IFE-018/2013.

Licitación amañada

Llama la atención que luego de los resultados y ya adjudicado el contrato la opinión pública nacional documentó la venta de bases de datos de ciudadanos mexicanos a empresas estadounidenses o en su caso bases de datos del IFE vendidas en el mercado negro de Tepito y otros parte de la ciudad de México. 

Ante la vulnerabilidad de estos datos comenzó una batalla legal en la que se cuestiona el manejop de la base de datos de cudadanos mexicanos por parte de  la empresa alemana

recientemente Luis David Fernández Araya, representante de TGM dijo en entrevista que varias empresas  de las empresas participantes en esa la licitación, están inconformes con el proceso ya que no se hizo con claridad y transparencia.

“No entendemos cuales fueron los criterios del IFE en su momento ahora INE para designar una suma millonaria a una empresa extranjera y no a este organismo del estado que contamos con más de cuatro esquemas de seguridad para la producción de las credenciales de elector”, dijo Luis David Fernández Araya.

Se dijo que esa licitación carga con muchas sospechas de los participantes y al parecer hay algo turbio en la asignación y lo que más afecta es que una empresa extranjera maneje a discreción los datos de millones de ciudadanos mexicanos en edad de votar.

El directivo de Talleres Gráficos de México reiteró que es necesario que el INE cumpla acuerdos entre organismos del gobierno federal en cuanto a la impresión de documentos oficiales. Que están al nivel de cualquier empresa del mundo y que en caso de una nueva licitación esta empresa del Estado Mexicano y dependiente de Gobernación estaría en condiciones de fabricar las credenciales de elector.

Recientemente el actual presidente del INE, Lorenzo Córdova, dijo a El Punto Crítico, desconocer el proceso en el que se escogió a Giesecke Devrient y reiteró que probablemente por el costo menor de cada una de las credenciales con todos y cada uno de los candados de seguridad.

La fuga de información de las credenciales de elector documentada en varios medios toma nuevamente vida luego que las empresas participantes en la licitación  LP-IFE-018/2013, manifestaron su enojo y la falta de transparencia de la misma.

A pesar de los compromisos de seguridad la licitación y el contrato no garantiza que gobiernos terceros o mafias acceder a esta información ya que el organismo electoral no tomo en cuenta a los mismos organismos del estados encargados de la impresión de documentos oficiales como es el caso de Talleres Gráficos de México.

Fernández Araya,  argumentó casos públicos, como el caso de la empresa estadounidense Choise Point que en el 2006 compró la base de datos del entonces IFE, para asegurar que el INE no debió haber sometido a licitación -nuevamente- la producción de 68.2 millones de credenciales para los próximos cinco años con un monto total del contrato por 800 millones de pesos, como se adjudicó a la empresa alemana.

Aunque el presidente del INE, Lorenzo Córdova, garantizó que no hay riesgo de falsificación de credenciales, Luis David Fernández Araya dijo que en los últimos 12 años hay 180,000 denuncias de falsificación de credenciales de elector.

“Sí nos preocupa, ya que tenemos un antecedente muy claro de clonación, de falsificación y más que nada a mí lo que me preocuparía de una manera fuerte son las bases de datos”, dijo Fernández Araya, al expresar su extrañeza de que el INE -como desde hace 12 años el IFE- haya preferido a una empresa extranjera frente a Talleres Gráficos de México que cuenta -dijo-, mediante decreto presidencial, con la exclusividad de la impresión de documentos oficiales.

“Esta decisión del INE de hacerlo con una empresa privada ya trasgrede la soberanía nacional porque no sé si existiese alguna falta de cuidado por parte de dicha empresa”, detalló.

Destacó que Talleres Gráficos de México cuenta con el software Jura, que no puede ser adquirido por ninguna empresa y que es utilizado en exclusiva -también por el Banco de México- para la producción de credenciales oficiales y billetes. Por ello, afirmó desconocer cómo resguardará la empresa Giesecke y Devrient los datos de los mexicanos, máxime de que “parece que esta empresa, sus equipos los tiene en Alemania, y es ahí donde nos preocupan mucho nuestras bases de datos”.

Argumentó que, además, la empresa alemana no puede -como Talles Gráficos- contar con el resguardo de las Fuerzas Armadas en sus instalaciones.

Aunque dijo respetar la decisión autónoma del INE, abundó que su decisión demuestra que el instituto vulnera la soberanía nacional, por privilegiar a una empresa transnacional en el manejo de datos nacionales, además de que demuestra que el órgano electoral no confía en las instituciones del Estado mexicano, como es Talleres Gráficos, órgano descentralizado de la Secretaría de Gobernación, a su vez encargada de la seguridad nacional.

“Es peligroso que se impriman 70 millones de credenciales en una empresa privada, es un asunto de seguridad nacional”, comentó.

Finalmente, precisó que Talleres Gráficos realiza actualmente la cédula de identidad Haití y tiene proyectos similares para Colombia y Venezuela.

“Me preocupa violentar la misma soberanía nacional, porque si el Estado mexicano para el Instituto Nacional Electoral no es suficiente o no confía en las instituciones públicas, estamos en contra de las instrucciones del Plan Nacional de Desarrollo y en la Ley Federal de Protección de Datos Personales, por ello resulta una preocupación”, mencionó.

Favoritismo a Giesecke y Devrient

La contratación por parte del entonces IFE de la empresa Giesecke y Devrient de México, SA de CV, estuvo envuelta en polémica, porque se acusó que no cumplió con los requisitos que se requerían.

En abril del 2013, el IFE declaró desierta la licitación que abrió para la producción de casi 70 millones de credenciales, debido a que ninguna de las empresas que participaron cumplieron con los requisitos impuestos por el IFE.

Sin embargo, el 24 de junio del 2013, una segunda licitación dio por ganadora a la empresa Giesecke y Devrient.

Pese a que empresa NEC de México presentó ante la Contraloría General del IFE una solicitud para que se suspendiera la licitación, por considerar que la empresa alemana “no cumplió con los estándares”, el órgano electoral entregó a la empresa alemana la producción con la licitación LP-IFE-018/2013.

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