Si el gobierno mexicano no vigila que se apliquen todos las acuerdos que quedaron asentados en la reforma energética, se corre el riesgo de que Petróleos Mexicanos presente un fuerte debilitamiento que le impediría alcanzar los estándares internacionales que se pretenden con su nueva estructura.
También “sería un gravísimo error que el Estado limite lo que destina a la investigación, y el desarrollo tecnológico, porque ya no podría mantenerse como la segunda empresa más grande del mundo en utilidades”.
Entrevistado por El Punto Crítico, el doctor Fluvio Ruiz Alarcón, consejero profesional de Petróleos Mexicanos, consideró que la reforma que aprobaron los diputados recientemente y que ahora se discuten algunas modificaciones en el Senado, serán las herramientas para consolidar a Pemex como una verdadera empresa, y que puedan colocarla como tal, en los países europeos.
De lo contrario advirtió; “Si no se decide resueltamente hacer de Pemex una verdadera empresa. A largo plazo puede haber un debilitamiento que no será bueno para el gobierno, porque la paraestatal ya no podrá tener un rápido crecimiento en sus niveles de producción”.
A partir de ahora, comentó el investigador, cualquier empresa extranjera lo primero que va a buscar es una alianza con Pemex para entender al país, para saber cuáles son sus niveles de producción, y las áreas en las que podría explotar los recursos energéticos más demandados
Pero, insistió en que esta alianza no será fructífera si Pemex mantiene ataduras propias de su anterior naturaleza de organismo público descentralizado, y se mantiene sujeto a un techo presupuestal. Entonces el incremento de la producción que es uno de los objetivos centrales de este modelo, va a tardar mucho más.
Por ello, el especialista exhorto a las autoridades en poner especial atención al nuevo régimen fiscal de Pemex porque será el que le permita desenvolverse como empresa. Porque dijo que si Pemex no va a estar en posición de ser un operador dominante, corre el riesgo de debilitarse como empresa”.
En el nuevo marco de Pemex, “es importante que no le impongan aliados, que no lo obliguen hacer proyecto rentables, que no lo obliguen a entregar información interpretada. Estos serán los nuevos elementos de operatividad en la empresa, que le den el tiempo de integrarse como un organismo productivo”.
Porque lo importante es hacer de Pemex una empresa, rentable que pueda alcanzar un gran renombre, que pueda entrar también a los mercados europeos y tenga los suficientes elementos para hacerlo.
Lo ideal, afirmo, sería transitar hacia un modelo de un operador nacional dominante, que de fin monopolio jurídico de Petróleos Mexicanos. “Estamos en un nuevo proceso de establecer las condiciones para materializar el fin del monopolio operativo, y crear un nuevo modelo económico de Pemex”.
Y, por supuesto, asociado con esto, viene la necesidad de acelerar los trabajos petroleros para incrementar la renta petrolera, o sea que los ingresos totales que percibe en Estado sean superiores a los actuales.
PEMEX SOLO TUVO DOS RENDIMIENTOS POSITIVOS EN ESTE SIGLO
Fluvio Ruiz , recordó que a lo largo de este siglo, solamente en dos años, Petróleos Mexicanos tuvo un rendimiento positivo después de sus impuestos. Uno de ellos, ocurrió en 2006, que es el año inmediato posterior a la primera gran transformación del régimen fiscal, que se dio en el 2005, además aprobada por cierto prácticamente por unanimidad en el Congreso, y que eso permitió a la entonces paraestatal un respiro fiscal en 2006.
El segundo año fiscal, fue 2012, donde de manera marginal después de haber sido el año en el que más derechos enteró a Petróleos Mexicanos, aun así hubo un resultado marginal positivo.
SU REGIMEN FISCAL IMPIDIO SU CRECIMIENTO
A pesar de ello, dijo, Petróleos Mexicanos es la segunda empresa en utilidades más grande del mundo, antes de impuestos y anda por el orden del número 86 después de impuestos, lo cual habla de que algo no anda bien con nuestro régimen fiscal.
Aseguró en este sentido, que si Pemex no hubiera estado bajo este régimen fiscal, sería la segunda empresa más rentable solamente detrás de Petrogas. Pero mientras no haya una producción adicional significativa en México, lo cual va a tardar, no habrá un aligeramiento fiscal para Petróleos Mexicanos sustantivo.
Desde mi punto de vista, considero el investigador, existen elementos para pensar lo siguiente: Que existe una clara asimetría regulatoria y fiscal. En el caso de Petróleos Mexicanos las primeras asignaciones exploratorias dependerán de lo que coloquial se ha llamado ronda cero, donde la iniciativa de leyes secundarias no prevé ninguna reglamentación precisa.
Es decir, esta asignación se hace únicamente sobre la base del sexto transitorio de la reforma constitucional y la Secretaría de Energía tiene, con el apoyo de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, la gravísima, la excepción de muy grande responsabilidad de decidir cuáles son las áreas exploratorias que le dejará Petróleos Mexicanos sin que haya ningún otro mecanismo institucional en caso de controversia sobre las mismas.
Finalmente insistió en que “sería un gravísimo error que el Estado mexicano limitara lo que destina a la investigación el desarrollo tecnológico”.