Durante los últimos 20 años se ha incrementado el cultivo de plantas medicinales en más del 800 por ciento, donde la derrama económica del cultivo representa valores superiores a 600 millones de pesos anuales, todo esto porque se estima que más del 80 por ciento de los mexicanos “hemos tomado en algún momento algún tratamiento tradicional ante un problema de salud”.
El diputado federal Roberto López Suárez, informó que los productos milagro que tanto se han fomentado en televisión, para curar el cáncer, el Sida, detener la caída del pelo, y hasta la vejez, entre otros, se han ido al extremo, por eso la Federación Nacional de la Industria Herbolaria “está en la ruta de construir una mecanismo de regulación, de organización para que se pueda reconocer efectivamente lo que representan la plantas medicinales y a la gente se les diga lo que realmente sucede”.
Al presentar la importancia económica de las plantas medicinales en el Encuentro de Legisladores y la Federación Nacional de la Industria Herbolaria AC, el coordinador del PRD Silvano Aureoles Conejo, aseguró que la Cámara de Diputados apoyará todos los tratados internacionales que reconocen la importancia y el papel de las prácticas de curación a base de plantas medicinales y los acuerdos que hay en el país, a fin de que ayudan y se fortalezca en la ley general de salud el reconocimiento al trabajo de la federación; “cuentan con nosotros”, les reiteró.
Lo anterior, porque la medicina tradicional y el uso de hierbas medicinales generan recursos financieros en múltiples estrados de la sociedad, donde involucra a recolectores, agricultores, acopiadores, comerciantes, transportistas, agroindustriales, farmacéuticos, científicos, médicos, terapeutas, curanderos, pacientes, entre otros.
En la República Mexicana se cultivan 36 plantas curativas que representan el 9% del total de las especies medicinales que se expenden en el mercado nacional. La producción se realiza en 18 estados, destinando un área de 13 mil 200 hectáreas. En los últimos 20 años se ha incrementado el cultivo de plantas medicinales en más de 800%, donde la derrama económica del cultivo representa valores superiores a 600 millones de pesos anuales.
Por su parte, la recolección de flora medicinal se focaliza en nueve estados, que suministran aproximadamente el 90% de las plantas mercantilizadas en el país, A nivel nacional se recolectan 350 especies para comercializarse, en un área estimada de 11 mil hectáreas, obteniendo aproximadamente 22 mil toneladas anuales generando una derrama de 286 millones de pesos anuales.
Pero estas posibilidades tienen en la actualidad sus dificultades de desarrollo, en el contexto del acuerdo por el que se determinan las plantas prohibidas o permitidas para tés, infusiones, aceites vegetales comestibles y suplementos alimenticios.
Además de que en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, se restringe el uso de 50 especies que se cultivan y que se recolectan en México, esta cantidad representa el 14.3% de total de las plantas producidas en el territorio nacional, los que conlleva a una pérdida de 126 millones de pesos al año y se dejarán de producir más de 144 mil empleos, únicamente en el eslabón que produce la materia prima, es decir en las zonas rurales e indígenas del país.
De seguir esta tendencia se estima que se perderán más de 200 mil empleos directos y más de 300 mil indirectos.
En este sentido, el diputado Aureoles consideró que con el respaldo de la Federación Nacional de la Industria Herbolaria y Medicina Tradicional, Alternativa y Naturista A.C, debemos convocar a la discusión de un nuevo marco normativo sobre el uso de las plantas medicinales que sea impulso y no ancla para el desarrollo de las comunidades, pueblos y colectivos que se dedican a esta noble función social y económica.
En su momento, el dirigente de dicha federación, Emanuel Zúñiga, comentó que por parte de la Cofepris han tenido una “cacería de brujas”, lo cual ha derivado en cierre de tiendas, decomiso de productos, multas --en muchos caso impagable-, en ocasiones hasta de un millón de pesos, y el valor económico de la tienda naturista no rebasa los 50 mil pesos, y de ahí que hay incongruencias en el actuar de los inspectores.
Descartó que los afiliados de la Federación Nacional de la Industria Herbolaria AC, no fabrican producto milagro. “Nosotros traemos y fabricamos suplementos porque recolectamos hierbas, las deshidratamos y las encapsulamos y luego las vendemos y no afectamos a los consumidores, pero las leyes no están muy claras y nos afectan”
Y otro problema al que nos enfrentamos son las denominaciones si es remedio o medicamento herbolario. Adquirir estas regulaciones incrementa nuestros costos de producción. La industria es grande pero somos pequeños productores que apenas estamos iniciando.