Con la ejecución de Édgar Tamayo y Ramiro Hernández, aún quedan 59 mexicanos que aguardan en el corredor de la muerte de Estados Unidos. Lamentablemente, la nuestra es la nacionalidad extranjera más numerosa condenada a la pena capital en el país norteamericano.
De acuerdoa datos de la embajada de Estados Unidos en México, a los condenados a muerte de nuestro país le siguen: Cuba (10), Vietnam (9), El Salvador (8), Honduras (6) y Camboya (5), como las naciones de origen de más condenados a muerte.
Al respecto, y entrevista con “El Punto Crítico”, la diputada Valles Sampedro Loreina Iveth, de la Comisión de Asuntos Migratorios y Frontera Norte, comentó que hasta el momento los legisladores se han enfocado a realizar un constante trabajo en coordinación con las autoridades del vecino país, para se les dé un trato justo a estos connacionales que aún esperan a ser ejecutados.
Sin embargo, reveló que en el estado donde mayores trabas han encontrado ha sido en Texas, donde “lamentablemente se encuentra el mayor número de sentenciados mexicanos, y donde las leyes son muy duras, y es precisamente ahí que hemos encontrado las mayores trabas y donde regularmente se nos han cerrado las puertas”.
En más de una ocasión, dijo la legisladora, “Hemos platicado con abogados de Estados Unido y en donde de antemano nos dicen: si es en el estado de Texas no podemos hacer nada”.
La legisladora, quien también se encuentra en la comisión de Igualdad de Género por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), señaló que los abogados del vecino país aseguran que pese a esta negativa han solicitado la intervención del gobernador del estado de Texas, Rick Perry, pero siempre da una negativa.
“Y por si fuera poco, la propia Corte Interamericano de Derechos Humanos, ha hecho constantes llamados a la reflexión, pero el gobernador de Texas se mantiene con una firmeza dura y no cambia sus decisiones”, dijo.
La legisladora reconoció que en la mayoría de las ejecuciones que se han llevado a cabo en los Estados Unidos, no se respetan los derechos consulares de estos connacionales que han sido sentenciados a muerte.
“Tenemos el caso de Édgar Tamayo, en donde de antemano quedará la duda en la historia de si era inocente o no, porque él siempre manifestó que era inocente, y definitivamente el estado de Texas nunca tuvo los elementos legales ni penales para haberlo condenado a la sentencia de muerte”, afirmó
Sin embargo, dijo que gracias a la intervención de las autoridades mexicanas en otros estados de la unión americana, como fue el caso de Houston, la respuesta ha sido favorable, y han logrado salvar a algunos sentenciados a muerte.
Aun así, cuando el gobierno mexicano no ha actuado de manera directa, y han sido los propios interesados quienes, con ayuda de un abogado en los Estados Unidos, han intervenido para salvar sus familiares en cualquier otro estado que no sea Texas, han tenido una respuesta favorable.
En el corredor de la muerte
Después de Édgar Tamayo, quien fuera ejecutado el pasado 23 de enero de este año, Ramiro Hernández fue el siguiente mexicano que perdió la vida en Texas.
Desde 1976, nueve mexicanos han muerto en Estados Unidos a causa de la pena de muerte. En 2004, el gobierno mexicano demandó al estadounidense ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por violar los acuerdos de la Convención de Viena, en donde se establece que los países firmantes se comprometen a notificar al consulado apropiado cada vez que un extranjero sea procesado por algún delito.
El fallo, conocido como el caso Avena, establecía que Estados Unidos debería revisar las condenas de más de 50 mexicanos enjuiciados sin haber tenido la debida asistencia consular. Dos mexicanos del caso Avena han sido ejecutados hasta la fecha —José Medellín en 2008 y Humberto Leal en 2011— y sus defensas trataron de frenar las condenas únicamente con el argumento de la falta de apoyo del consulado de México.
A pesar de que el gobierno federal dijo que detendría las ejecuciones, el gobierno de Texas rechazó acatar el fallo de la CIJ argumentando que cada estado es soberano y no está obligado a seguir los tratados internacionales firmados por el presidente. El estado donde se ubican la mayor cantidad de mexicanos condenados a muerte es California y el segundo es Texas. Desde 1976, ocho mexicanos han sido ejecutados en Estados Unidos.
Las estadísticas oficiales federales clasifican a los condenados a muerte por raza; sólo algunas administraciones estatales, como la de Texas, contemplan las cifras de hispanos que aguardan su ejecución e informan sobre su nacionalidad, por lo que los datos reportados provienen de abogados, centros post-sentencias, fiscales, artículos de periódicos, periodistas, consulados y guardias de seguridad de las prisiones, de acuerdo con el Death Penalty Information Center.
CUADRO
CONNACIONALES EN EU
-Desde 1976, nueve mexicanos han muerto en Estados Unidos a causa de la pena de muerte
-En 2004, el gobierno mexicano demandó al estadounidense por violar acuerdos
-En las ejecuciones Estados Unidos ha faltado al acuerdo de Avena
-Estados Unidos no ha revisado las condenas de más de 50 mexicanos
-Dos mexicanos del caso Avena han sido ejecutados hasta la fecha