La contaminación por metales pesados en el Río Sonora se ha convertido en foco de atención de medios internacionales, no sólo por la implicación que la compañía minera más grande de México y la tercera productora de cobre más grande del mundo, Grupo México, tiene como responsable.
A dos semanas de que la noticia recorriera el país, a través de las redes sociales y medios de comunicación nacionales, el impacto ambiental del derrame de 40 mil metros cúbicos de metales pesados aún estudiado por las autoridades, ha atraído la atención de importantes firmas inglesas, francesas, británicas y latinas.
“The Wall Street Journal”, “Daily News”, “The New York Times”, “Daily Mail”, “BBC”, “CNN”, “Fox News”, “ABC News”, “La Gran Época” (publicado en 35 países y en 21 idiomas), Bakken.com, “Mov in stream”, son algunos de ellos.
“Funcionarios han dicho que la compañía mintió acerca de lo que causó el derrame y las medidas que supuestamente tomó para controlar sus efectos. La compañía culpó a las fuertes lluvias para el desbordamiento de estanques de contención, pero las autoridades han dicho que la supervisión laxa en los defectos de la mina y de la construcción parece haber causado el accidente.
"La factible negligencia podría ponerlo en luz roja frente a trasnacionales”, publicó en su información el periódico “Daily Mail”.
En las diferentes publicaciones se deja entrever que existe incertidumbre por la respuesta que el consorcio minero pueda tener hacia Sonora como empresa socialmente responsable, considerando que posee ganancias millonarias.
La inquietud, aunque pequeña, pone en aviso a los diferentes países en los que también se explota minerales pues se teme que las acciones de la empresa, en caso de no hacerse responsable, vayan cada vez más a la baja en la bolsa de valores, al menos a nivel Latinoamérica.
A través de dichas publicaciones, este desastre ecológico ha llegado a oídos de organizaciones ambientalistas como Greenpeace, de quienes se podría esperar reclamos y acciones de impacto encaminadas a la defensa de los pobladores de los siete municipios aledaños a los ríos Bacanuchi y Sonora, quienes podrían sufrirán de porvida las consecuencias desencadenadas de esta negligencia.