Luego de que se ha pospuesto desde hace más de 10 años la reforma política para el Distrito Federal, la nueva iniciativa de cambiarle el nombre es el reflejo de la necesidad de renovar el pacto federal y que la capital cuente con un nuevo estatus jurídico y que le otorgue a los ciudadanos contar con una constitución y se avance en la constitución de una nueva relación del
gobierno local con los capitalinos, planteó el diputado panista César Daniel González Madruga.
“Es urgente la renovación del pacto social y entre ellas con el distrito federal”, dijo el legislador.
Entrevistado por Eduardo Ramos Fusther, el legislador aseguró que es necesario que la capital pueda renovar su soberanía, con un nuevo estatus constitucional y no parezca solo un trámite burocrático.
Explicó que la mayoría de las minutas no atacan el problema y no van más a allá para renovar el pacto social en la capital y a nivel federal.
“Recientemente escribí un texto referente a este asunto denominado –Los sentimientos de México- en la que se retoman los argumentos vertidos de personajes muy destacados en la vida nacional como lo es Josefina Vázquez Mota y Alejandro Encinas en la que han propuesta un cambio a fondo, congruentes con la realidad actual y proponen la generación de un nuevo estado de la federación donde exista un arreglo constitucional y sea una realidad el pacto social que retome aspectos como la educación, la justicia y la armonía social”, reiteró el legislador.
González Madruga dijo que esta es una nueva oportunidad histórica. “No hay que perder la oportunidad histórica para que los ciudadanos nos sumemos a este proceso cívico, reconfigurar y renovar el pacto social en la ciudad de México y transitar hacia una modernización del estado y hacia los otros estados”.
Reiteró que es un buen momento para revisar la conformación de los municipios, que en muchos de los casos nacen con debilidad económica y jurídica. “O también porque los gobernadores se han convertido en virreyes y las grandes decisiones se hacen de forma autoritaria”.
Asimismo, reiteró que no hay que perder esta oportunidad de la ciudad de México para cambiar su constitución, “se podrían renovar la solución de problemas como las de derechos humanos y en lo referente a las manifestaciones y el suministros de recursos al gobierno central”, añadió.
Dio como ejemplo que la Comisión de Derechos Humanos del DF, no realiza la verdadera defensoría de los ciudadanos sino al contrario responde a actos de autoritarismo prusiano. Se le condiciona el presupuesto a este organismo fundamental para la democracia local. Dijo que el trabajo de la CDHDF, ha sido pasiva, la comisión en otros países es otro poder y el mismo rango de poder equilibrar las deficiencias de estos tres poderes. Como Finlandia
También, manifestó, que ha habido actos autoritarios por parte del gobierno central, donde los ciudadanos que protestan o no están de acuerdo con sus decisiones son reprimidos o afectados en sus bienes. Tal es el caso del despido de 180 bomberos, el movimiento ciudadano de Reforma Social que buscan mantener su parque, o el movimiento contra el viaducto elevado. “Se olvida todo este discurso para pasar al autoritarismo”.
Finalmente dijo que este tipo de propuestas ya está caduco y un arreglo institucional donde se ponga al ciudadano en el centro del debate en el contexto nacional.