Fallas en la atención del desastre natural

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Nuevamente las autoridades de los tres órdenes de gobierno fallaron al atender un desastre natural; el huracán “Odile” que impactó la península de Baja California el pasado domingo no sólo destruyó la infraestructura de la zona, sino también convirtió al ciudadano común en delincuente.

Los primeros dos días después del desastre el gobierno federal sólo se preocupó por las pérdidas materiales del puerto turístico- uno de los más caros del mundo- dejando de lado las necesidades humanas de una sociedad que no previó su sustento, por lo que tuvo que robar las tiendas para sobrevivir.

Con apoyo de la Secretaría de Marina Armada de México el pasado miércoles El Punto Crítico viajó a la ciudad de Los Cabos para conocer los destrozos dejados por el ciclón tropical que golpeó a más de 205 kilómetros por hora casas, hoteles, tiendas, siendo los más afectados los que menos tienen quienes perdieron “todo su patrimonio” en 48 horas.

Al arribar al Aeropuerto Internacional de Los Cabos en un avión de la Armada desde el aire se pudo observar “la magnitud del desastre del territorio peninsular” como ríos desbordados, diques destrozados, antenas de celular caídas, carreteras tapeadas con derrumbes y una terminal aérea irreconocible.

Cuando la aeronave aterrizó elementos de las Fuerzas Armadas sin la presencia de funcionarios gubernamentales limpiaban la pista y remozaban la terminal aérea que quedó inutilizada, por lo que se instalaron “radares portátiles” para que la autoridad pudiera desalojar a 30 mil turistas que quedaron varados en la zona.

Después un grupo de 10 comunicadores incluido este reportero fueron llevados a la zona de Los Cabos en una camioneta pick up de la Marina que transitó por una carretera “intacta” por las tormentas de los últimos días, sin embargo los edificios de alrededor destrozados por los vientos como fue el caso de una caseta de peaje.

Al entrar a una los baños públicos de la caseta de peaje se pudo constatar la veracidad del informe de las autoridades de que los servicios de agua y luz eléctrica eran inexistentes en las ciudades de Los Cabos y San José del Cabo por lo que soldados comentaron que las tiendas de ambas estaban siendo saqueadas y que por su número no podían controlar la situación.

A lo largo de la carretera se podían observar grandes complejos turísticos destruidos por el poder de la naturaleza, mismos que eran vigilados por personas fuertemente armadas por algún motivo o razón desconocida.

 

Los saqueos

Al arribar la camioneta de la Marina Armada de México a la tienda Cotsco a la altura del fraccionamiento El Tule un contingente de más de 10 mil personas se arremolinaban sobre la misma, descubriendo los informadores que la tienda de autoservicio era saqueada.

Solamente dos marinos intentaban controlar la situación “ de pillaje”, permitiendo solamente la toma de perecederos, sin embargo “no fue suficiente los esfuerzos de la autoridad”, por lo que televisiones, cámaras fotográficas, discos, ropa, computadoras, celulares y juguetes también fueron robados.

La turba poniendo de frente a bebes y niños se subían a los anaqueles de las tiendas comenzando a robar “todo lo que encontraban enfrente”, sin importar que no eran necesarios para sobrevivir en una situación de desastre, situación que se repitió en los grandes almacenes y tiendas.

Al acabarse la mercancía de las tiendas los saqueadores continuaron sus actos de rapiña de los fraccionamientos residenciales de la ciudad, rompiendo vidrios, robando refrigeradores, televisiones, estufas, obligando a los vecinos a conformar guardias comunitarias y el bloqueo de las calles controlando el paso de desconocidos,

Cabe destacar que los saqueadores también fueron fomentados por policías municipales que también saquearon las tiendas de autoservicio acumulando en su comandancia objetos que no les pertenecían.

 

Desolación y violencia

A pesar de los esfuerzos emprendidos por las autoridades federales y el sector turístico de Baja California Sur, las consecuencias del huracán Odile “aún no pueden ser solucionadas”, el puerto turístico por excelencia se convirtió en una zona de guerra debido a que la población se pelea por una gota de agua o gasolina sin importar a que clase social pertenezcan o de que país provengan.

Las calles como el Malecón o las aledañas a la Bahía del Médano fueron el campo de batalla de “la ley del más fuerte” quienes tienen la capacidad de acaparar víveres con el poder de las armas, la corrupción o el amiguismo, dejando en el olvido a los más pobres que perdieron sus hogares completamente, en su mayoría hechos de madera, por lo que ahora reclaman  las residencias de lujo como propias justificando que “los ricos” almacenan víveres y el agua para sobrevivir.

  

Secretaría de Gobernación (SEGOB)

Dirección General para la Gestión de Riesgos (DGGR)

Insumos enviados: 52,500 despensas; 27,000 cobertores; 27,000 colchonetas; 30,000 costales; 6,750 kits de limpieza; 27,000 kits de aseo personal y 150,000 litros de agua.

En cuanto a los insumos antes mencionados, 15,000 despensas han sido trasladadas vía área hacia Los Cabos; 10,500 despensas serán entregadas a través de DICONSA a partir del día de hoy; 69,000 litros de agua llegarán vía Ferri a La Paz el día de hoy. El resto de los insumos llegaron en el buque el Zapoteco de la Secretaría de Marina.

Secretaría de Marina (SEMAR)

Se cuentan con 1,050 elementos en Baja California, La Paz y Los Cabos. Hay tres aeronaves de transporte en el puente aéreo establecido en coordinación con SEDENA; dos buques logísticos en puente marítimo, dos patrullas oceánicas en operaciones de búsqueda y rescate, cinco unidades de ala móvil, 81 vehículos, siete embarcaciones menores, diverso equipo especializado como equipos de comunicación, de campaña, plantas de energía eléctrica y dos cocinetas.

El buque Zapoteco arribó a puerto de Pichilingue, Baja California Sur, desembarcó 130 toneladas de despensas (15,800). Se espera su zarpe con destino a Topolobampo a las 21:00 horas, para continuar con el puente marítimo. Se encuentra en Topolobampo el buque logístico Usumacinta para establecer puente marítimo entre Topolobampo y La Paz, iniciando las operaciones de carga.

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