Los diputados Ricardo Monreal Ávila y Ricardo Mejía Berdeja, coordinador y vicecoordinador del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano, respectivamente, condenaron energéticamente la masacre acontecida en Tlatlaya y denunciaron que esto refleja que nuestro país vive una situación de regresión en materia de derechos humanos. Dejaron en claro, además, que
se carece de un auténtico ombudsman, que defienda los derechos del pueblo.
Al respecto, Monreal Ávila consideró: “México vive una tragedia en materia de derechos humanos, una regresión, una simulación, y lamentablemente es una etapa que es reflejo de la descomposición social que se está experimentando en el país, por la falta de democracia”.
Porque dijo que “el poder corruptor ejercido por el gobierno” ha cooptado hasta los sectores más críticos y es el momento de analizar con seriedad la situación que prevalece en esta materia.
Entrevistado en el marco de la inauguración del II Coloquio “Evaluación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el legislador aseguró que “se ha puesto al descubierto la posición vulnerable de los derechos humanos. La masacre de Tlatlaya evidencia la existencia de escuadrones de la muerte oficiales (que) desde el poder público, desde los órganos coercitivos”.
Lo anterior, porque en el municipio de Tlatlaya, Estado de México, se registró en junio pasado un enfrentamiento armado entre elementos del ejército e integrantes del crimen organizado, con un saldo de 22 civiles muertos, pero informes de prensa, que citan a un testigo, señalan que se habría tratado de una ejecución.
Monreal Ávila también mencionó el “artero asesinato” de varios jóvenes normalistas de Guerrero, y el del secretario general del PAN en esa entidad, Braulio Zaragoza Maganda, ambos el pasado fin de semana, así como el crimen del diputado federal del PRI, Gabriel Gómez Michel, la semana pasada en Jalisco.
Por su parte, Ricardo Mejía Berdeja, expresó que “México vive una involución política, autoritaria, donde el tema de los derechos humanos cada vez es más evidente que está viviendo una regresión”.
Y aseguró que: “En el país siguen los casos de desapariciones forzadas, tortura tratos inhumanos, degradantes, la violencia de Estado, de género, de restricciones a la libertad de expresión, de asociación, protesta”, comentó.
Criticó que, a pesar de que prevalecen estas acciones, “hay un ombudsman totalmente oficioso cercano al poder y que cuando hay una situación grave de derechos humanos en el país, le arroja una tabla de salvación al poder para legitimar sus actos”.
Asimismo, hizo público que la CNDH recibe más de mil 400 millones de pesos al año de presupuesto y emite cada vez menos recomendaciones, y las que realiza son totalmente “tibias” y burocráticas.