Desmoramiento del cártel Beltrán leyva

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La detención de Héctor Beltrán Leyva representa el desmoronamiento de “uno de los más grandes imperios de las drogas”, afirmó hoy en Washington la titular de la Administración Federal Antidrogas (DEA) de Estados Unidos, Michelle Leonhart, quien felicitó al gobierno de México.

Las autoridades estadounidenses ofrecían una recompensa de 5 millones de dólares por información que llevara a su captura, y las mexicanas de 30 millones de pesos (unos 2,2 millones de dólares).

Beltrán Leyva con diversos alías, pero más conocido como “El H”, quien enfrenta encausamientos por tráfico de drogas en Brooklyn y Chicago, fue capturado la víspera en San Miguel de Allende, Guanajuato, durante un operativo conjunto de la Procuraduría General de la República y la Secretaría de la Defensa Nacional.

“El H”, uno de los capos de las drogas más buscados de México, estaba a plena vista mientras comía en un restaurante de mariscos a sólo unas 10 cuadras del centro de San Miguel de Allende, cuya plaza colonial es un imán para residentes extranjeros y turistas.

Considerado el líder del temido cártel que lleva sus apellidos, Héctor Beltrán comía en "Mario's Mariscos Frescos", un restaurante sencillo conocido por su ceviche y filete de pescado, y que el miércoles fue escenario de un rápido operativo de fuerzas especiales del Ejército para capturarlo.

Beltrán Leyva vestía de manera casual, con pantalones vaqueros y camisa a cuadros, un estilo informal que se ajusta a San Miguel, donde estadounidenses y canadienses han llegado a vivir y donde restauran casas coloniales o toman clases de arte.

El miércoles a eso de las 14:30 horas, "Mario's" estaba vacío, a excepción de Beltrán y un presunto cómplice, identificado por las autoridades como Germán Goyenechea, un empresario y activista político local, también vestido de manera casual, con pantalones cargo, una camiseta y botas.

Las fuerzas especiales del Ejército detuvieron a los dos sin que nadie se resistiera, a pesar de que las autoridades dijeron que ambos tenían pistola. No hubo disparo alguno.

"Todo fue pacífico", dijo un empleado del restaurante, quien aceptó comentar sobre la detención sólo si no era identificado por temor a tener problemas. "Todo fue tan calmado que nadie se dio cuenta", añadió. La descripción se ajusta al bajo perfil que las autoridades dicen adoptó el hombre en los últimos años.

El jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría, Tomás Zerón, dijo que tras tomar el liderazgo del cártel, Héctor asumió "un perfil moderado y transformó su estilo de vida para pasar desapercibido" y que vivía en Querétaro, un estado del centro del país y vecino a Guanajuato, en el que fue detenido.

"Mantenía las operaciones alejadas de su domicilio para no alterar su modo de vida, discreto y de bajo perfil, evitando llamar la atención de vecinos y amistades, o de las autoridades locales; en ese sentido, dejó a un lado los vehículos de gran lujo, optando por una identidad, que le permitía pasar por un empresario acomodado, dedicado al comercio de inmuebles y obras de arte", explicó el funcionario.

Y el estar acompañado de un activista político local cuando fue detenido es también parte del estilo de los Beltrán Leyva: el cártel era conocido como el más hábil para corromper e infiltrar entidades policías y a las autoridades mexicanas.

En 2005, un ayudante del ex presidente Vicente Fox fue detenido por presuntamente pasar información a los Beltrán Leyva, aunque esos cargos fueron retirados posteriormente. Zerón dijo que el cómplice, Goyenecgea, era su operador financiero.

Goyenechea está inscrito como miembro del minoritario Partido Verde y también del grupo civil Parlamento Ciudadano de México. La organización de los Beltrán Leyva se amplió al sur de México a principios de la década del 2000, donde protagonizaron numerosos hechos de violencia en el puerto turístico de Acapulco, en el estado de Guerrero, además de varias localidades del estado vecino de Morelos.

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