La reforma educativa entró en la etapa de materialización, anunció el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, quien alertó a evitar resultados inmediatos pues se deben resolver nuevos y viejos problemas.
Advirtió, empero, que su principal enemigo no es la crítica, sino la ingenua aspiración de la inmediatez, la falsa hipótesis de
que todo cambio se consuma en un solo momento y la nada objetiva asunción de que todos los problemas educativos son atribuibles a una causa.
“Somos el quinto sistema educativo más grande del mundo; tan sólo por eso, ente otros muchos factores, la reforma no puede ser un acontecimiento que se consume en una sola fecha y es, en cambio, un proceso permanente y vivo”, indicó.
Al comparecer ante comisiones unidas de la Cámara de Diputados con motivo de la Glosa del II Informe de Gobierno, señaló que “es tarea de perseverancia y apertura, no de aislamiento ni de intolerancia; de acuerdos y disensos, no de espectacularidad; de precisión sin ruido; de crítica dura y propositiva que siempre será bienvenida”.
Chuayffet Chemor añadió que es tiempo “de debate y antagonismos, pero no de aniquilamiento; de abolición del paternalismo y las viejas prácticas autoritarias, para dar surgimiento a un cambio en el que se aprenda a aprender y se aprenda a convivir”.
En su primera intervención, el funcionario federal asentó la confirmación del compromiso del Gobierno de México con la educación pública, laica, gratuita, incluyente y de calidad.
La reforma educativa, expuso, es un movimiento continuo que intenta recuperar todas nuestras experiencias e insertarlas en la nueva dinámica de la modernidad, que atiende problemas nuevos y muchos otros viejos que resurgen.
“La reforma intensifica el ritmo del cambio, empezamos a dejar atrás un modelo para acceder a otro con los nuevos tiempos; lejos de ser coyuntura es un proyecto de largo aliento, pero es también un ejercicio que no olvida lo que somos ni de dónde venimos, lo que resulta indispensable para saber hacia dónde vamos”, declaró.
El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) expuso que no hay mejor meta que lograr las metas de la reforma con el consenso en torno a ella. “No es posible llevarla a cabo a espaldas de los maestros, sino con ellos, sin contrariar uno solo de sus derechos”.
“Asociémonos todos a la reforma para que esta sea más robusta, pues la educación es un hecho híbrido, es un derecho habilitante que abre las puertas a todos los demás derechos”.
Durante su intervención Emilio Chuayffet rindió homenaje a los autores de la gran hazaña educativa del país, a quienes la hacen posible todos los días: los maestros mexicanos.