La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), informó que en nuestro país sólo el 56% de los adultos utilizan al menos un producto del sistema financiero formal, debido a que existe una baja planeación presupuestal, poca comprensión de los productos, baja previsión del ahorro para el retiro y desconocimiento de los medios para
solucionar quejas, además de que desconocen que los ahorros se encuentran protegidos en caso de quiebra o cierre de algún banco.
Por tal motivo, uno de los retos que enfrenta el sistema financiero mexicano es el de fortalecer la inclusión y educación financiera, por lo que el gobierno se ha fijado el reto democratizar el acceso a los servicios financieros de nuestro país.
La dependencia destacó que dentro del Plan Nacional de Desarrollo, y del Programa Nacional de Financiamiento para el Desarrollo 2013-2018 se han ya implementado diversas acciones tendientes a lograr este objetivo, y elevar la confianza de las instituciones así como propiciar un sistema financiero más eficiente que proteja los derechos de los usuarios y brinde certidumbre jurídica.
Sin embargo, reconoció que la consolidación del proceso de inclusión financiera requiere, en primera instancia, del fortalecimiento de la educación sobre el tema, es decir, el desarrollo e implementación de programas e iniciativas para mejorar las capacidades, habilidades y conocimientos de los usuarios, ayudándoles así, a tomar decisiones responsables e informadas.
Afirmó que tanto la educación y la inclusión financiera son dos conceptos estrechamente ligados que apoyan el desarrollo social del país, ambos atienden a un tema de equidad y justicia social, además contribuyen a incorporar a las personas de menores recursos a los beneficios de la economía de mercado y a las ventajas que el sector financiero ofrece.
Finalmente señaló que existe el compromiso de que de consolidar los objetivos de la reforma financiera para logra un sistema incluyente, que tenga una mayor penetración que ofrezca mejores productos y servicios a toda la población.