Con el fin de contar con un marco legal que regule el aprovechamiento sustentable de la energía, así como las obligaciones en materia de energías limpias y de reducción de emisiones contaminantes de la industria eléctrica, diputados aprobaron la Ley de Transición Energética.
Esta ley fue aprobada por las comisiones unidas de Energía y de Medio Ambiente y Recursos Naturales con 21 votos a favor, 5 en contra, y 12 votos a favor y 2 en contra, respectivamente.
Al dar a conocer su posicionamiento por parte del PRI, el diputado Antonio Francisco Astiazarán Gutiérrez, secretario de la Comisión de Energía, explicó que nuestro país se encuentra en el límite del uso de combustibles fósiles, por lo que se debe comenzar la transición a nuevas energías limpias, empezando por sustituir hidrocarburos duros con suaves y que sean de alto aprovechamiento energético y provengan de fuentes renovables.
Por lo que dijo que se necesita del apoyo por parte de la autoridad a estas energías, ya que es un beneficio que impactaría más a la sociedad que al sector privado. “En el proyecto se prevén estímulos fiscales y financieros para que entidades privadas no deban absorber los sobrecostos que implican su desarrollo.
Por el PAN, la diputada María Isabel Ortiz Mantilla, secretaria de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, explicó que cuando se aprobó la reforma energética, se estableció como plazo el 21 de diciembre de este año para hacer la legislación referente a energías renovables.
Indicó que la generación de energía mediante hidrocarburos ha afectado a la población mexicana. “El 80 por ciento de desastres en el planeta son ocasionados por el cambio climático, el cual, a su vez, es provocado por las emisiones de gases, principalmente los provenientes de hidrocarburos”.
Destacó que entre los principales avances que implicará esta nueva ley está aprovechar el potencial de México en recursos naturales, se define el concepto de energías limpias y se establece una hoja de ruta para alcanzar la meta de que en el 2024, el 35 por ciento de la energía proceda de fuentes limpias. “Se reconoce que cada ciudadano podrá producir su propia energía y vender los excedentes que tenga”.