El asunto de Ficrea cada vez huele peor, como los muertos entre más días pasan el hedor es mayor y todo con la complacencia, ocultamiento o complicidad de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Son más de seis mil los ahorradores defraudados por Ficrea, este fideicomiso de ahorro popular que había ya hecho su solicitud para convertirse en banco y ni siquiera ello ocupó la atención del titular de la CNBV, Jaime González Aguadé.
Nadie supo, nadie se dio cuenta de que el señor Rafael Olvera Amezcua sacó del país 2,400 millones de pesos, el señor Antonio Bazbaz, flamante titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP ni siquiera se las olió, como tampoco pudo encontrar a la niña Paulette en su cuarto cuando se le reportó su desaparición, cuando fungía como Procurador de Justicia del Estado de México.
Con esos funcionarios omisos los ahorradores de fondos populares de inversión o de cualquier institución del sistema financiero nacional están expuestos a ser sujetos de un fraude porque de nada sirven González Aguadé, Bazbas o Mario Di Constanzo, titular de la Condusef, organismo supuestamente diseñado para defender a los usuarios de los servicios financieros.
Hasta el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal esté en serio riesgo de perder 120 millones de pesos que depositó en Ficrea por lo que ya interpuso sendas demandas contra el fondo de inversión ahora bajo la administración de las autoridades de la CNBV, que la intervino en noviembre pasado.
Para colmo, todos los funcionarios señalados fueron aún más exhibidos cuando trascendió la información de que Ficrea trianguló a través de la compañía Leadman Trade, de España, millonarios recursos que permitió a esa empresa aumentar su capital social de 3 millones de euros a 17 millones 500 mil euros, de octubre del año pasado a la fecha.
De acuerdo con información publicada por “Excelsior”, Leadman Trade en España se constituyó como una empresa dedicada a la “gestión, administración, promoción, enajenación, rehabilitación y explotación en cualquier forma de solares, terrenos, conjuntos residenciales, urbanizaciones o promociones, inmobiliarias y en general, toda clase de bienes inmuebles”.
Aparece como presidente Rafael Olvera Amezcua y como apoderados Susana Silva de Olvera, esposa de Rafael, y el hijo de ambos Alejandro Olvera Silva.
Todo ello sin que ningún funcionario de la CNBV, de la Unidad de Inteligencia Financiera o la Condusef se percatara de algo. Y así quieren bancarizar a mas mexicanos.
AHORROS
Como ya es costumbre desde el inicio de la administración del presidente Peña, ya empezaron a enmendarle la plana a la secretaría de Hacienda de Luis Videgaray. El pronóstico de crecimiento para el país en 2015 que la autoridad hacendaria había ubicado en 3.5 por ciento ya fue reducido por el Fondo Monetario Internacional a 3.2 por ciento y seguramente seguirá a la baja dadas las condiciones actuales de bajos precios del petróleo, volatilidad del pesos y descenso en la bolsa de valores.
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