México admitió que un acuerdo alcanzado en diciembre con Estados Unidos para acotar sus exportaciones de azúcar no era lo deseado por el país, pero afirmó que era mejor mantener el comercio que entrar en una agria y destructiva disputa.
Tras casi un año de enfrentamiento, ambos países firmaron un acuerdo que puso fin al libre comercio de azúcar que había existido desde 2008 según lo pactado en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El arreglo se alcanzó a través de "acuerdos de suspensión" que frenaron investigaciones anti dumping y por subsidios en contra del azúcar mexicano y los aranceles derivados, y también puso fin a la amenaza de México de recurrir a instancias internacionales para defender sus derechos.
"No es obviamente lo deseado, de que pudiéramos mandar (exportar) lo que nos diera la gana, pero es lo posible", dijo a la prensa el secretario de Economía mexicano, Idelfonso Guajardo, cuya oficina estuvo a cargo de las negociaciones con Estados Unidos.
El funcionario dijo que la industria azucarera mexicana, que ha exportado tradicionalmente sus excedentes al mercado estadounidense, se beneficia de los altos precios derivados del programa azucarero de Estados Unidos, altamente protegido.
"Tampoco era en el interés del productor de azúcar mexicano debilitar obviamente el programa de azúcar norteamericano, porque era como darse un balazo en el pie", destacó.
"Vale más un arreglo que no sea óptimo a un pleito que sea destructivo", añadió, tras reiterar que México no subsidia a su industria azucarera y contaba con suficientes argumentos para defenderse.
Como parte de los acuerdos con Estados Unidos, México emitió la semana pasada reglas para controlar todas sus exportaciones de azúcar, a fin de rastrear el monto real de azúcar que llegue a Estados Unidos y no exceder el cupo pactado en los "acuerdos de suspensión".
El acuerdo de diciembre establece una fórmula para determinar el monto de azúcar a exportar, fija precios piso para el azúcar refinada en 0.26 dólares por libra y para el resto de los tipos de azúcar en 0.2225 dólares por libra.
También contiene una cláusula que establece que México abastecerá el 100 por ciento de la demanda adicional de azúcar de Estados Unidos después de que productores estadounidenses y otros países con cuotas ya fijadas hayan cumplido con sus suministros.
Además, se reduce el monto para las exportaciones de azúcar refinada mexicana a un 53 por ciento del total de los envíos, frente al 60 por ciento fijado anteriormente.