El desplome de la moneda mexicana se da en un contexto de fortalecimiento del dólar en el mundo, con una mejora de la economía estadounidense frente a la desaceleración de importantes socios, como la Unión Europea y China.
Los mercados internacionales están a la expectativa de que la Reserva Federal de Estados Unidos eleve próximamente sus tasas de interés.
Las subastas de Banxico "no van a cambiar la tendencia" de depreciación del peso mexicano, pero sí "van a quitar algunos incentivos a estrategias de especulación", estimó el experto en economía y finanzas Raúl Feliz.
Feliz y otros analistas coinciden en que el desplome del peso se debe también a la caída de los precios internacionales del petróleo, cuya exportación es clave para las finanzas públicas mexicanas, y al pobre desempeño del consumo e inversión en el mercado doméstico.
México, la segunda economía más importante de Latinoamérica, creció un decepcionante 2,1% en 2014, aunado a la caída de los precios del petróleo, y el recorte de unos 8.200 millones de dólares del gasto público para 2015, equivalente al 0,7% del PIB.
Así, mientras en Europa o en China se observa un relajamiento de las condiciones monetarias para estimular el crecimiento, se anticipa que la autoridad monetaria de Estados Unidos inicie un ciclo de alza de tasas en los próximos meses.