El sector privado del país se pronunció por fortalecer el mercado interno y la competitividad del país en el mundo, mediante el impulso a las pequeñas y medianas empresas en todas las regiones, así como la innovación y una mayor productividad con base en el uso de las nuevas tecnologías.
Lo anterior, explicó el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Juan Pablo Castañón, como parte del contenido de la “Declaración de Cozumel por una Nueva Cultura Empresarial”, que acordaron los presidentes de centros empresariales del país.
Comentó que durante el seminario anual de este organismo patronal, realizado la semana pasada, en Quintana Roo, los representantes de la iniciativa privada de México enfatizaron la necesidad promover un cambio en el modelo de desarrollo nacional.
En las últimas décadas, refirió, las nuevas tecnologías han transformado exponencialmente la forma en que se relacionan las personas, de generar conocimiento, de hacer negocios y de agregar valor a través de las empresas.
“Estos cambios tecnológicos implican una amenaza inminente para los modelos de negocio tradicionales, que corren el riesgo de quedar desactualizados, incapaces de competir con el nuevo tipo de empresas que se están generando en el mundo. Empresas pequeñas, ágiles, disruptivas y diseñadas para adaptarse constantemente a un entorno dinámico”, asentó.
Juan Pablo Castañón indicó que la economía mexicana depende en gran medida de los ciclos económicos de Estados Unidos, con 80 por ciento de exportación de sus productos que salen al mundo.
“Por ello es necesario fortalecer el mercado interno, a través de nuestras pequeñas y medianas empresas, para que puedan alcanzar una competitividad de escala mundial”, puntualizó.
Sostuvo que aunque en 2015 se espera un crecimiento económico entre 2.8 y 3.0 por ciento, el objetivo es lograr un mayor dinamismo y dejar atrás el crecimiento inercial de 2.4 por ciento observado en las últimas tres décadas.
El dirigente empresarial planteó la necesidad de reducir las diferencias productivas entre las personas y las regiones, pues hay entidades en el noreste y el Bajío que crecen por arriba del promedio nacional, donde los trabajadores tienen mejores ingresos y están insertados en compañías formales, altamente productivas, que exportan y que tienen certificaciones de competitividad.
Sin embargo, advirtió, en el otro extremo están los mexicanos del sur y sureste del país, quienes se ocupan en su mayoría en la economía informal, y viven con altos niveles de pobreza.
Para transformar esos retos en oportunidades, el dirigente nacional de Coparmex consideró que la nueva cultura empresarial debe impulsar a las pequeñas y medianas empresas hacia la innovación, a adaptarse constantemente y a hacer uso intensivo de tecnologías como premisas de su trabajo diario.
De igual forma, agregó, se deben crear productos y servicios que compitan globalmente, aunque sus mercados sean atendidos aún en lo local; así como asumir las nuevas tendencias del mundo en materia de gestión colaborativa, estructuras organizacionales flexibles y esquemas de negocios dinámicos.