El presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Manuel Herrera Vega, dijo que el fortalecimiento del mercado interno ayudará a enfrentar los efectos del tipo de cambio, y que la situación actual del peso
ante el dólar es una oportunidad para sustituir importaciones con oferta nacional.
“Consideramos oportuno insistir en el llamado a establecer políticas públicas de fortalecimiento a la producción competitiva interna, que permitan regenerar la provveduría nacional y con ello fortalecer una base exportadora que genere divisas y consolide el mercado interno”, apuntó.
El líder de los industriales del país dijo que durante las últimas semanas el peso, lo mismo que buena parte de las monedas del orbe, han mostrado una depreciación nominal importante, elevando el costo del dólar para las transacciones financieras de las pequeñas empresas y los ciudadanos.
Sin embargo, en lo que va del año la depreciación del peso ha sido menor a la de monedas como el rand sudafricano, la corona sueca e inclusive el euro, aclaró.
“En nuestro caso, el fortalecimiento del dólar muestra la presión a la que está siendo sometido el peso, particularmente por la salida de capitales y la menor entrada de divisas (caída en precios de petróleo y menores exportaciones por ejemplo).
Indicó que entre los principales efectos comerciales con esta situación se encuentra el encarecimiento de las importaciones (estimadas en 414 mil millones de dólares para 2015) y el abaratamiento de las exportaciones (de 440 mil millones de dólares para este año).
Mientras que los sectores beneficiados por esta situación son los fabricantes de aparatos electrodomésticos (televisores, refrigeradores, teléfonos), agroalimentaria, minero-metalúrgica y fabricantes de maquinaria y equipo, que concentran alrededor del 80 por ciento de las exportaciones industriales.
Dijo que las empresas mexicanas que son exportadoras y tienen alta integración nacional no sufren por los costos de la depreciación, pero el encarecimiento de productos importados constituye una oportunidad para que productores nacionales sustituyan importaciones con oferta nacional.
Mientras que los sectores afectados están relacionados con el encarecimiento de las importadores de piezas y partes, fabricantes de equipos eléctricos y electrónicos, la industria alimentaria, la industria química y del plástico, el sector siderúrgico y la industria de bienes de capital, entre otros.
En tanto que existe un tercer caso donde hay efectos combinados, como en la industria automotriz, ya que sus exportaciones reciben más pesos por cada dólar, pero la importación de autopartes e insumos intermedios es más costosa para las empresas proveedoras de dicho sector (importadoras netas).
Por lo tanto, probablemente quienes fabriquen autopartes y no pueden variar los precios pueden tener algún prejuicio, pero por el contrario las marcas exportadoras tengan beneficios en pesos, subrayó.
“Como marco de referencia debe contemplarse que en los Criterios Generales de Política Económica se contemplaba que para el cierre del 2015 la cotización debería oscilar alrededor de 13.15 pesos por dólar, un pronóstico que no se cumplirá. Hoy las empresas pagan tres pesos más por cada dólar, lo cual se traduce en mayores costos”, acotó.