Industrias mexicanas que padecen la depreciación del peso frente al dólar están a punto de trasladar este efecto a los consumidores, lo que a su vez podría impulsar la inflación al cierre de año, advirtieron especialistas.
En lo que va del año, la moneda mexicana ha perdido 10%, “todavía no ha habido una realineación de los precios porque no hay una demanda fuerte (por la debilidad de la economía), los empresarios prefieren mantener el precio y cargar el costo a la utilidad porque si no, pueden perder más mercado”, comentó el director de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño.
El tipo de cambio interbancario podría llegar hasta los 17.50 pesos, debido a que se enfrenta a nuevas condiciones mundiales que amenazan con provocar una reversión de los flujos de capital, lo que significa que el billete verde se vendería en 17.75 pesos en bancos y casas de cambio.
Entre 2008 y 2012, cerca de 400,000 millones de dólares (mdd) entraron a los mercados de China, Brasil, México, Turquía, Indonesia e India, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El director de operaciones de CM Derivados, Julio Chauvet, dijo que México después de 2008 fue un buen lugar de resguardo y será importante ver las medidas que va a tomar Banxico para mantener a los capitales extranjeros.
Agregó que, en los últimos días ha habido una depreciación del peso que no va muy acorde a lo que ha sucedido con el dólar a nivel global y “eso es preocupante”, por lo que en el corto plazo, el tipo de cambio spot subiría a 17.50 pesos.
El índice dólar, que mide el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una cesta de seis de las monedas más importes, perdió cerca de 1% en una semana, el peso se depreció 2% en el mismo lapso.
En el Chicago Mercantil Exchange (CME), la moneda mexicana se mantiene como la tercera más operada, tan solo después del yen y el euro.
Por su parte la directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller, mencionó que el tipo de cambio aún mantiene una tendencia a la alza a pesar de los últimos ajustes, “creemos que este año seguirá a la alza hasta alcanzarlos 17.52 pesos por dólar como consecuencia en los cambios de inversión, dejando pesos y tomando dólares”.
Finalmente el director de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño, dijo en un reporte que si la volatilidad empeora, el pánico del mercado puede forzar a alzas precipitadas de la tasa de interés por parte de Banxico.
REACCION DEL GOBIERNO
El peso mexicano se apreció tras las decisiones de hoy de la Comisión de Cambios de reforzar los mecanismos para proveer de liquidez al mercado cambiario y del Banco de México (Banxico) de mantener en 3.0 por ciento la tasa de referencia, informó el banco central.
A través de su cuenta de Twitter, el instituto central publicó respecto al comportamiento del tipo de cambio: “Tras los anuncios de la Comisión de Cambios, SHCP y Banxico, y política monetaria de Banxico peso se apreció 0.8%”.
En una jornada de alta volatilidad ante la incertidumbre que genera la inminente alza de tasas de interés en Estados Unidos, las autoridades financieras mexicanas respondieron con estas decisiones a la fuerte depreciación del tipo de cambio, que lo llevó a ubicarse en un nivel máximo.
Al mediodía, el Banxico activó por segunda ocasión en el año la subasta de 200 millones de dólares con precio mínimo, como una medida preventiva para proveerlo de liquidez al mercado cambiario ante la depreciación que registró la moneda mexicana.
El banco central tomó esta decisión luego de que el tipo de cambio FIX determinado para este jueves se ubicó en 16.4512 pesos por dólar, es decir, 1.5 por ciento por arriba de la cotización de ayer, que fue de 16.2140 pesos por dólar.
Después de ello, la Comisión de Cambios anunció su decisión de reforzar los dos esquemas de subasta de dólares vigentes para proveer de liquidez al mercado cambiario, a fin de reducir la probabilidad de presiones adicionales que pudieran perturbar su funcionamiento ordenado.
Así, la Comisión de Cambios integrada por la Secretaría de Hacienda y el Banxico, determinó incrementar de 52 a 200 millones de dólares el monto a ofrecer en las subastas sin precio mínimo.
Adicionalmente, para las subastas diarias con precio mínimo mantuvo el monto por 200 millones de dólares, pero a partir de mañana el precio mínimo será el equivalente al tipo de cambio FIX determinado el día hábil anterior incrementado en 1.0 por ciento, en vez de 1.5 por ciento, como estuvo vigente hasta este jueves.
Ambos mecanismos tendrán vigencia del 31 de julio y hasta el 30 de septiembre de 2015, y al término de este periodo se evaluará la conveniencia de extenderlos.
Paralelamente, la Junta de Gobierno de Banxico decidió mantener en 3.0 por ciento el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, en línea con lo esperado por el mercado y tras la decisión similar que tomó ayer la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
Sin embargo, precisó que las posibles acciones de política monetaria por parte de la Reserva Federal podrían tener repercusiones adicionales sobre el tipo de cambio, las expectativas de inflación y, por ello, sobre la dinámica de los precios en México.
Por tanto, la Junta de Gobierno del Banxico se mantendrá atenta a la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas para horizontes de mediano y largo plazos.
En particular, al desempeño del tipo de cambio, a la postura monetaria relativa entre México y Estados Unidos, así como a la evolución del grado de holgura en la economía.
Esto, agregó, con el fin de estar en posibilidad de tomar las medidas necesarias con toda flexibilidad y en el momento en que las condiciones lo requieran, para consolidar la convergencia de la inflación al objetivo de 3.0 por ciento.
LA DECISIÓN
La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió mantener en 3.0 por ciento el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, en línea con lo esperado por el mercado, y similar a la decisión que tomó la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
En su anuncio de política monetaria, el instituto central expuso que esta decisión se tomó debido a que se estima que la postura monetaria vigente es conducente a afianzar la convergencia de la inflación a la meta permanente de 3.0 por ciento.
Sin embargo, precisó, las posibles acciones de política monetaria por parte de la Reserva Federal podrían tener repercusiones adicionales sobre el tipo de cambio, las expectativas de inflación y, por ello, sobre la dinámica de los precios en México.
En particular, abundó, al desempeño del tipo de cambio, a la postura monetaria relativa entre México y Estados Unidos, así como a la evolución del grado de holgura en la economía.
Lo anterior, con la finalidad de estar en posibilidad de tomar las medidas necesarias con toda flexibilidad y en el momento en que las condiciones lo requieran, para consolidar la convergencia de la inflación al objetivo de 3.0 por ciento.
El instituto central señaló que las condiciones cíclicas de la economía continúan mostrando debilidad, mientras que la inflación general se ha ubicado por debajo del objetivo durante 2015 y se espera que continúe en ese rango.
Y es que la inflación subyacente en sus dos componentes, de mercancías y de servicios, ha permanecido por debajo de 3.0 por ciento y las expectativas de inflación están bien ancladas, a pesar de la depreciación reciente de la moneda nacional.
En su anuncio de política monetaria, el Banxico mencionó que la actividad económica en México ha continuado mostrando una moderación en su ritmo de crecimiento.
Después de la disminución que se observó en la producción industrial en el primer trimestre de 2015, los sectores de las manufacturas no automotrices, la minería y la construcción siguen presentando un débil desempeño, añadió.
Por su parte, apuntó que las exportaciones y la inversión han registrado un deterioro con respecto a su comportamiento en la segunda mitad del año previo.
En contraste el consumo ha crecido, apoyado en parte por la dinámica del mercado laboral y por los bajos niveles de inflación.
Con todo, precisó, perduran las condiciones de holgura en dicho mercado y en la economía en su conjunto, por lo que no se anticipan presiones generalizadas sobre los precios provenientes de la demanda agregada.
“Derivado de lo anterior, se considera que el balance de riesgos para el crecimiento se deterioró respecto a la anterior decisión de política monetaria”, manifestó el banco central.
Mientras que la inflación en los últimos meses fue menor a 3.0 por ciento, incluso por debajo de lo previsto.
Al respecto, destacó que el traspaso de la depreciación del tipo de cambio a los precios ha sido limitado, reflejándose principalmente en los precios de los bienes durables, sin dar lugar a efectos de segundo orden.
Las reducciones en los precios de insumos de uso generalizado, como energéticos, materias primas y servicios de telecomunicaciones, también han contribuido al desempeño favorable de la inflación, abundó.
Teniendo en cuenta las condiciones de holgura que se prevé prevalezcan en la economía en los siguientes trimestres, anticipó que la inflación general se mantenga por debajo de 3.0 por ciento durante el resto del año, lo que también sucedería con la inflación subyacente.
Para 2016, estimó que tanto la inflación general como la subyacente observen niveles cercanos a 3.0 por ciento, aunque está sujeta al alza si la depreciación del peso contamina las expectativas de inflación.
Y a la baja, porque la actividad económica en el país tenga un dinamismo todavía menor al previsto y que ocurran nuevas disminuciones en los precios de la energía o en los servicios de telecomunicación.
“En suma se estima que el balance de riesgos para la inflación en el corto plazo mejoró, si bien persisten riesgos significativos al alza”, expuso.