La reducida base de ingresos del gobierno, así como la alta dependencia, aunque en menor proporción que en otros años, de los recursos obtenidos por la explotación del petróleo se mantienen como las principales debilidades estructurales de las finanzas públicas del país, advirtió Fitch Ratings. La calificadora argumentó que el limitado crecimiento de México, comparado con el que logran economías similares, es una limitación para que mejore el perfil crediticio del país.
“El crecimiento económico de México continúa limitando su perfil crediticio, dado que permanece relativamente débil en comparación con sus pares y algunos mercados de economías emergentes grandes”, mencionó la firma calificadora.
En un comentario al paquete económico propuesto por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto para el año pasado, que fue conocido por el Congreso la semana pasada, Fitch consideró que a pesar de la presión derivada de los menores ingresos petroleros habrá en 2016 una disminución del gasto y del déficit de finanzas públicas, definido como la diferencia entre los ingresos y los gastos del sector público.
“La respuesta proactiva de México ante ingresos del petróleo menores es prudente, especialmente dado el entorno exterior difícil y la debilidad y volatilidad que permanecen en los mercados petroleros”, comentó.
Para el próximo año, el gobierno federal prevé un crecimiento de entre 2.6 y 3.6 por ciento. Fitch anticipa 2.5 por ciento.
Los riesgos para el crecimiento prevalecen “y podrían derivar de una mayor volatilidad financiera al interior por el endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos –que, se espera, aumente su tasa de referencia este año, lo que llevará a un aumento de los réditos internos en México y por tanto a mayor costo por el pago de intereses de la deuda pública--, así como de una contracción mayor de la producción petrolera y falta de una recuperación material en la inversión y la confianza”.
En tanto los bancos en México enfrentan obstáculos a futuro para sostener el crecimiento de los préstamos comerciales a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), explicó Fitch Ratings.
La calificadora internacional apunta que en la medida en que las tasas de interés en México tengan una presión al alza en el mediano plazo, se espera que la competencia bancaria de préstamos a Mipymes se intensifique aún más y que haya un debilitamiento modesto en el rendimiento de dichos activos.
Una de las claves para mantener la calidad de los activos de las Mipymes ha sido el respaldo de garantías gubernamentales que proporciona cobertura a primeras pérdidas sobre una parte significativa de los préstamos, refiere.
La evaluadora de riesgo crediticio señala en un reporte que este apoyo tendrá que sobrevivir la posibilidad de ajustes de gastos, como parte del proceso de análisis y aprobación del presupuesto federal 2016.
Indica que entre los proveedores principales de garantías de préstamos a Mipymes está la banca de desarrollo, donde destaca Nacional Financiera (Nafin).
Resalta que dichas garantías han ayudado a conservar los requisitos de capital de los bancos comerciales y las provisiones para pérdidas crediticias en línea.
Al mismo tiempo han apoyado las relaciones con las Mipymes y a mantener las tasas de morosidad de sus créditos en el rango de 4.0 y 5.0 por ciento durante varios años.
Como resultado, continúa, los bancos han atendido agresivamente los préstamos a Mipymes, logrando años de crecimiento alto con un máximo de casi 30 por ciento anual en 2012, seguido por alzas recurrentes de dos dígitos.
De acuerdo con la agencia evaluadora, los bancos comerciales han acudido a préstamos para las Mipymes para compensar el crecimiento lento en otros tipos de créditos, como aquellos al consumo e hipotecas.
De acuerdo con Fitch, existen 35 bancos comerciales con participación en préstamos a Mipymes. Estos varían en tamaño desde los bancos más grandes del país como Santander, BBVA Bancomer y Banamex, hasta instituciones pequeñas como Ve por Más, Afirme y Multiva.