La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió mantener en 3.0 por ciento el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, en línea con la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, que el pasado jueves también dejó sin cambio sus tasas.
En su anuncio de política monetaria, el banco central mexicano explica que esta decisión de su Junta de Gobierno se toma en virtud de que estima que la postura monetaria vigente es conducente a afianzar la convergencia de la inflación a la meta permanente de 3.0 por ciento.
El instituto central apunta que las condiciones cíclicas de la economía continúan mostrando debilidad, aunado a que la inflación general se ubica por debajo del objetivo, y se espera que continúe así durante 2015.
Además, la inflación subyacente en sus dos componentes, de mercancías y de servicios, permanece por debajo de 3.0 por ciento, mientras que las expectativas de inflación están bien ancladas, a pesar de la depreciación de la moneda nacional.
Sin embargo, precisa, las posibles acciones de política monetaria por parte de la Reserva Federal podrían tener repercusiones sobre el tipo de cambio, las expectativas de inflación y, por ello, en la dinámica de los precios en México.
Por tanto, la Junta de Gobierno del Banxico anuncia que se mantendrá atenta en la evolución de los determinantes de la inflación y sus expectativas para horizontes de mediano y largo plazos.
En particular, aclara, al traspaso de movimientos del tipo de cambio a los precios del consumidor, a la postura monetaria relativa entre México y Estados Unidos, así como a la evolución del grado de holgura en la economía.
Lo anterior, con la finalidad de estar en posibilidad de tomar las medidas necesarias con flexibilidad y en el momento en el que las condiciones lo requieran para consolidar la convergencia de la inflación al objetivo de 3.0 por ciento.
Refiere que el jueves pasado la Fed enfatizó que el ritmo de normalización de su postura de política monetaria será gradual, que dependerá de la evolución observada y esperada de la actividad económica, del mercado laboral y de la inflación, así como de los acontecimientos en la economía mundial.
El Banxico considera que en los mercados financieros internacionales, el factor de riesgo más importante continúa siendo la incertidumbre en torno al inicio de la normalización de la política monetaria en Estados Unidos.
En México, refiere, la cotización del peso frente al dólar absorbió la mayor parte del ajuste al registrar una depreciación adicional, si bien en las últimas semanas esta se ha revertido parcialmente, pero anticipa que hacia adelante es posible que la volatilidad en los mercados internacionales continúe.
Ante ello, subraya que es fundamental mantener un marco macroeconómico sólido en México, para lo cual será necesario concretar los esfuerzos recientemente planteados en el ámbito fiscal, ajustar la postura de política monetaria cuando sea necesario e implementar adecuada y oportunamente las reformas estructurales.
Ello contribuirá a mantener la confianza en la economía de México, distinguiéndola de otras economías emergentes, estima el Banxico.
Señala que la actividad económica en México continúa con un ritmo de crecimiento moderado, con cierta mejoría en las exportaciones, al tiempo que la inversión ha mantenido un dinamismo modesto.
Por su parte, diversos indicadores de consumo han continuado con su recuperación, apoyados en parte por los bajos niveles de inflación y la evolución favorable del mercado laboral.
No obstante, perduran las condiciones de holgura en dicho mercado y en la economía en su conjunto, por lo que no se anticipan presiones generalizadas sobre los precios provenientes de la demanda agregada, ni de los mercados de insumos, expuso.
Derivado de lo anterior, el instituto central considera que el balance de riesgos para el crecimiento se mantiene sin cambio respecto de la decisión de política monetaria previa.
Respecto a la inflación, destaca que en los últimos meses experimentó descensos adicionales ya en territorio por debajo de 3.0 por ciento, registrando nuevos mínimos históricos, y hasta ahora el traspaso de la depreciación del tipo de cambio no ha dado lugar a efectos de segundo orden.
Anticipa que tanto la inflación general como la subyacente se mantendrán por debajo de 3.0 por ciento durante el resto del año, y para 2016, se estima que ambas medidas observen niveles cercanos a 3.0 por ciento.
El Banco de México considera que el balance de riesgos para la inflación se mantiene sin cambio respecto de la reunión anterior de política monetaria.